“Son enormes, incluso para el grupo familiar, algunas tienen 2 o 3 tiendas”, comentó Magaly Quezada, Alcaldesa de Nabón, cantón del extremo sur-este de Azuay y <span style="font-weight: bold;">receptor del 6,8% de las remesas que llegan a la provincia, según datos del Banco Central del Ecuador (BCE).</span><br /> <br /> La adquisición de viviendas y vehículos es muy común entre los migrantes del Austro y se comprueba a simple vista. Sin embargo, tratar de responder si el envío de dinero desde el extranjero ha traído una prosperidad sostenible a esta zona -y para otras del país incluso- tiene sus riesgos. No hay datos precisos de en qué se gastan o invierten estos recursos, solo aproximaciones.<br /> <br /> Gioconda Herrera, Vicerrectora Académica de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y experta en temas de migración, señaló que, <span style="font-weight: bold;">según varios estudios, entre el 60% y 70% del dinero enviado por los ecuatorianos en el exterior se destinó al gasto diario y de primera necesidad de los hogares</span>, como alimentación, servicios básicos y vestimenta. El 30% restante tuvo fines productivos, aunque “dependiendo del entorno” y con resultados que varían con el tiempo.<br /> <br /> En el caso puntual del Austro, la zona pasó de recibir USD 1.450 millones en 2007 a solo recibir USD 825,6 millones en 2014. <br /> <br /> A Esteban Cornejo, vendedor de una compañía de bienes raíces de Cuenca, le afecta este descenso. Aseguró que ahora vende 3 casas, y que en la mejor época de las remesas vendía 10. “En diciembre perdí 3 negocios”, apuntó.<br /> <br /> Según el vendedor, <span style="font-weight: bold;">la mayor motivación de los habitantes del Austro al comprar una vivienda es que sean comerciales, que sirvan para arrendar y les genere un ingreso.</span><br /> <br /> El investigador y profesor de la Facultad de Economía y Administración de la Universidad de Cuenca, Ramiro Mendieta, quien realizó un análisis sobre el fenómeno migratorio, siguió la pista al 20% de las remesas que, según afirmó, se destinan a la inversión productiva, particularmente en Azuay y Cañar.<br /> <br /> Mendieta detalló que en la primera provincia existen alrededor de 5.000 empresas formadas por migrantes; y en la segunda apenas 1.000. La mayoría de estos emprendimientos se centra en el sector de manufactura y el resto en servicios relacionados a las vocaciones productivas de las localidades que, en esencia, son turísticas o de transporte y comida.<br /> <br /> Mendieta encontró grandes vulnerabilidades, pues<span style="font-weight: bold;"> la mayoría de emprendimientos están relacionados al comercio. “No tienen mayor incidencia porque no generan valor agregado y tampoco empleo”</span>.<br /> <br /> Para el investigador, el hecho de que las remesas en Ecuador representen un monto 5 veces mayor al de la inversión extranjera directa, además de sostener gran parte de la economía, es razón suficiente para que el debate público se centre en saber cómo aprovecharlas.<br /> <br /> De momento, una de las mayores preocupaciones que expone el académico es que, si más del 70% del dinero se dirige al consumo, resulta fácil que los recursos se atomicen en gastos suntuarios y no se construya la prosperidad anhelada.<br /> <br /> <br /> <span style="color: #222222; font-size: 8pt;">Artículo originalmente publicado por: El Telégrafo</span><br />