<a href="http://ekosnegocios.com/negocios/verArticuloContenido.aspx?idArt=6563" target="_self" style="outline: none; font-family: helvetica neue, helvetica; font-size: 12px; text-align: justify;"><span style="outline: none; color: #0066ff;"><<Marcas más recordadas</span></a><br /> <br /> En los tiempos de globalización y democratización de las comunicaciones, todo es interactividad, el consumidor ya no es un mero asistente a los hechos incapaz de modificarlos. En un interesante artículo publicado en Ad Age, escrito por Al Ries, el autor plantea el choque entre dos escuelas de marketing: una se centra en el producto, la otra en la marca. “¿Tener una mejor marca es mejor que tener un mejor producto?”. Para el autor sí, sin dudarlo, y sostiene que la clave está en la percepción.<br /> <br /> “Una vez que una persona tiene una fuerte percepción sobre una marca específica, modificarla es extremadamente difícil”. Solo un puñado de marcas pueden ser primeras. Entonces “¿cómo pueden las otras superar a un líder?”. La escuela de marca tiene una respuesta para que esa pregunta sea diferente. Ries asegura que “es mejor ser diferente que ser mejor”. <br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">Transitando la sociedad líquida</span><br /> Hubo un tiempo en el que solamente anunciando en los medios tradicionales, los marketers tenían alcance y persuadían a los consumidores que compraran sus productos. Hoy todo ha cambiado. La unidireccionalidad se transformó en pluridireccionalidad. La globalización, la era digital, las redes sociales y lo que venga en seis meses continuarán modificando el statu quo. Cuando aún no hemos finalizado de acomodarnos a un cambio llega el siguiente.<br /> <br /> El sociólogo Zygmunt Bauman habla de la modernidad líquida, como categoría sociológica. “Surfeamos en las olas de una sociedad líquida (en contraposición a una anterior tipificada como “sólida”) siempre cambiante, incierta, y cada vez más imprevisible”. En este contexto fluctuante ahora las marcas deben mantener una relación fluida con los consumidores. Ya no se trata de inducirlos a la compra. <br /> <br /> Hoy se debe buscar identificación, relacionamiento. El funcionamiento y llegada de una marca a sus consumidores se ha complejizado. Como aclaran todos los profesores de marketing en la universidad, valor es la relación percibida de un bien respecto de su precio. Si el valor percibido es menor al precio, el producto parecerá caro. A la inversa parecerá barato. Luego vendrá la necesidado el deseo y finalmente la satisfacción o no por la prueba. Bien, esto ya no es suficiente. Marcas con propósito Jim Stengel fue desde 2001 hasta 2008 el director global de una corporación multimarca, Procter & Gamble (P&G), con un presupuesto publicitario anual de USD 8.000 millones (el más grande del planeta) y una fuerza de marketing de 7.000 personas. Las ventas de P&G se duplicaron durante los siete años en que Stengel ocupó ese cargo, y eso llevó a que la empresa fuera reconocida, en 2008, como Anunciante del Año en Cannes Lions.<br /> <br /> Un redactor de Marketers by Adlatina (nuestro nuevo medio), Pancho Dondo, cumplió en junio pasado, en Cannes, con la misión de entrevistarlo y ese artículo verá la luz en la primera edición de esa publicación. Stengel en su época de P&G comenzó a trabajar las marcas con ideales: “Un ideal de marca es la razón de ser del negocio, el beneficio de primer orden que trae al mundo –sugiere-. Para lograr esto, en mi período al frente del marketing de P&G, necesitábamos alcanzar algo aún más grande: identificar y activar un ideal diferente (o propósito). Mejoraríamos la vida de las personas y esa sería la meta <br /> explícita de cada unidad de negocio en el portfolio de P&G. Luego podríamos establecer la verdadera razón de ser de cada negocio de P&G como la base para un nuevo crecimiento”. <br /> <br /> Junto con Benoit Garbe, vicepresidente de Millward Brown Optimor, Stengel es autor de Grow: How ideals power growth and profit at the world's greatest companies. “Siempre lo hemos pensado, pero ahora tenemos pruebas. Las marcas y empresas más exitosas en el mundo son construidas en torno a algo muy distinto a solo hacer ganancias. Son construidas alrededor de ideales”, asegura. Stengel aclara que “un ideal no debe ser confundido con Responsabilidad Social Empresaria (RSE) o marketing con causa. El ideal es un principio central inherente en una marca, algo que emerge del ADN de una compañía”.<br /> <br /> Entre las 50 marcas se encuentran Starbucks, Red Bull, Coca Cola, Dove, IBM, Apple. También, entre ellas, las latinas Natura, Zara y la hoy cuestionada –por temas ajenos al marketing- Petrobrás.