<span style="font-weight: bold;">1.</span> A través de la combinación de productos y soluciones ya existentes (siendo el Swiffer, de Procter & Gamble, ejemplo emblemático de esta innovación abierta). <br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">2. </span>Mediante el desarrollo de nuevas aplicaciones de productos ya existentes.<br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">3.</span> De manera directa con la constitución de conocimiento protegido bajo patentes, altamente estructurado pero escasamente difundido (pues excluye a los competidores) y que consecuentemente procura rentas análogas a las de un monopolio.<br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">4.</span> a través del aprovechamiento de la experiencia de profesionales con alto grado de especialidad, que poseen conocimientos tácitos sumamente valiosos pero difíciles de articular (el caso de las firmas de consultoría).<br /> <br /> La innovación como fenómeno organizacional es, en gran medida, un reto atinente a la gestión de personas: el elemento sine que non de la innovación es la creatividad humana, un fenómeno constreñido a la mente de los individuos pues se concibe, según Amar y Juneja (2008) como un “resultado de la interacción entre los pensamientos de una persona y un contexto”.<br /> <br /> En este orden de ideas, toda empresa que aspire a consolidar la innovación como capacidad organizacional arraigada en su ADN, enfrenta dos retos relativos a la gestión de personas: a) el más obvio, atraer y comprometer al talento creativo; b) probablemente no tan evidente, incentivar el talento creativo a compartir su conocimiento, aportando por esta vía a la construcción de capital social y la estructuración y codificación de su conocimiento tácito, haciéndolo explícito y potenciando su aprovechamiento.<br /> <br /> Así se configura el circuito –virtuoso- del aprendizaje organizacional, que ubica a las empresas en el cuadrante de alto valor diferenciado.<br /> <br /> ¿Cómo aparece el ambiente laboral en este cuadro? Es posible mostrar que cuatro elementos del Modelo de ambiente laboral de Great Place to Work® hacen parte de las condiciones medioambientales favorables a la transformación de la creatividad individual en innovación organizacional. Los colaboradores creativos pueden asimilarse a “bolsillos de conocimiento”, según una metáfora de Nonaka, (2007), citado por Gómez Bolaño en 2011), llenos de conocimiento tácito adquirido a través de la “erudición, la experiencia, la preparación académica y también los rasgos (de personalidad)”.<br /> <br /> Para que su contribución individual se articule de manera sinérgica y enriquecedora con el entorno organizacional se requerirán:<br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">A.</span> Recursos físicos idóneos y espacios de formación (una primera oportunidad para compartir sus intuiciones y eurekas con la comunidad de la empresa).<br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">B.</span> Una cultura organizacional que modere la jerarquía, en el sentido en que esta no sea óbice para el espíritu propositivo.<br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">C.</span> Un sistema de reconocimiento y recompensas que motive a los colaboradores a hacer visibles sus progresos y realimente su impulso innovador.<br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">D.</span> Por último, pero no por eso menos importante, un ambiente de camaradería que fortalezca las relaciones interpersonales como ingrediente esencial del trabajo en equipo y la acumulación colectiva de capital social.<br /> <br />