Todavía es reducida, pero su potencialparece no tener límites. La economía colaborativa no ha hecho más que crecer desde 2013, pero todo indica que por su capacidad de expansión y de penetración social se encuentra en sus inicios. Las grandes empresas-insignia de la economía colaborativa tejen grandes alianzas corporativas en una red de intereses muy diversificados. <br /> <br /> Tres de esas firmas emblemáticas como: BlaBlaCar, Airbnb y Uber (con un valor de mercado conjunto estimado en unos 83.000 millones de euros) han multiplicado sus áreas de negocio en actividades como los seguros (BlaBlaCar con Axa), o en la banca y istemas de pagos (Airbnb con American Express y Evo Banco; Uber también con éste), o en los hoteles (con las cadenas Sterwood Hotels e Intercontinental), o las bebidas refrescantes (Pepsi), como ha hecho Uber.<br /> <br /> Según datos de la Comisión Europea, en 2015 los ingresos brutos de plataformas y proveedores colaborativos en la UE ascendieron a 28.000 millones de euros, llegándose casi a duplicar en cinco sectores clave en comparación con el año anterior, y las previsiones son que sigan expandiéndose con fuerza. La actividad de la economía colaborativa se aceleró en 2015 cuando las grandes plataformas hicieron importantes inversiones para crecer en Europa. Algunos expertos estiman que la economía colaborativa podría aportar al conjunto de la UE entre 160.000 y 572.000 millones de euros (entre el 1% y el 3% del PIB del área). “Antes del nacimiento de Internet, alquilar a otra persona una tabla de surf, una herramienta eléctrica o una plaza de garaje era factible, pero generalmente acarreaba tantas molestias que no merecía la pena. Dos encuestas realizadas recientemente a adultos estadounidenses y británicos revelaron que el 83% (en EE.UU.) y el 70% (en Reino Unido) de las personas están dispuestas a compartir sus posesiones y pertenencias si fuera fácil hacerlo. Las empresas tecnológicas de reciente creación lo están haciendo posible al ofrecer mercados electrónicos accesibles a través del móvil donde los usuarios pueden interactuar directamente entre ellos y donde las transacciones se puntúan y evalúan.<br /> <br /> Como consecuencia de ello está cambiando profundamente lo que las personas están dispuestas a hacer (alquilar su casa o una habitación por periodos cortos a extraños; financiar una compra online y recibir ayuda de un desconocido...), señalan en un trabajo los analistas Fabiano Vallesi y Alberica Rindi, de la división Next Generation de la firma de banca privada Julius Baer.<br /> <br /> Entre los argumentos de los expertos a favor de la economía colaborativa se destaca el del uso más eficiente de los recursos, y ponen ejemplos: en 2014, una habitación de hotel media sólo se utilizó el 64% del tiempo y un coche medio sólo un 4-5%. Las plataformas de la economía colaborativa están poniendo a trabajar estos recursos sobrantes combinando los análisis de macrodatos, la accesibilidad desde los dispositivos móviles y el marketing basado en las personas. “Las tres características de valor añadido que convierten a las plataformas P2P en fuerzas transformadoras son la desintermediación, el aumento de la eficiencia y las importantes mejoras de la calidad de servicio. En primer lugar, la eliminación de los intermediarios permite a las empresas aumentar su escala, optimizar la estructura de costes y ofrecer precios más competitivos; en segundo lugar, la búsqueda de disponibilidad en tiempo real eleva la eficiencia y la utilización de capacidad; y en tercer lugar, las evaluaciones y comentarios desde los dispositivos móviles a través de las redes sociales ayudana mantener la calidad del servicio de todo el sistema”, señalan los expertos de la firma de banca privada Julius Baer.<br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">El unicornio europeo</span><br /> El potencial de la economía colaborativa en la generación de riqueza y empleo ha impulsado a la Comisión Europea a promover una agenda para su promoción y desarrollo al considerar que “la economía colaborativa puede aportar [a los consumidores] ventajas mediante nuevos servicios, la ampliación de la oferta y precios más bajos. Puede también promover un mayor reparto de los activos y un uso más eficaz de los recursos, que pueden contribuir a la agenda de sos-tenibilidad de la UE y a la transición a la economía circular”.<br /> <br /> “Una economía europea competitiva requiere innovación, ya sea en el sector de los productos o en el de los servicios. El próximo unicornio europeo podría derivar de la economía colaborativa. Nuestro papel es fomentar un entorno reglamentario que permita el desarrollo de los nuevos modelos de negocio, y, al mismo tiempo, proteja a los consumidores y garantice una fiscalidad justa y unas condiciones de trabajo equitativas”, ha señalado Jyrki Katainen, vicepre-sidente de la Comisión y responsable de Fomento del Empleo, Crecimiento, Inversión y Competitividad. <br /> <br /> Los expertos de Julius Baer han identificado cinco sectores que podrían ser los más afectados por el fenómeno de la economía colaborativa: alojamiento, transporte, servicios financieros y, en menor medida, profesionales independientes y bienes de consumo. Según sus cálculos, en otros grandes sectores inmersos en Internet, los negocios online innovadores se han hecho con una cuota de mercado de entre el 10% y el 30%, asumiendo que los negocios más innovadores en esos sectores alcancen una cuota de mercado del 20% en 2025, podría suponer un mercado potencial total de alrededor de 400.000 millones de dólares que podría trasladarse a Internet, comparado con los 27.000 millones de dólares o la cuota de mercado del 2% que poseen actualmente, señalan Fabiano Vallesi y Alberica Rindi.