La valla está compuesta por 340 mandalas tejidos a mano. Los mandalas o "plantillas" redondas, representan el centro de un sombrero, manteniendo la forma natural y sentido del tejido que los tejedores vienen realizando de manera histórica. Para esta misión, se utilizaron más de 3.000 cogollos de paja toquilla, material equivalente a lo necesario para tejer 125 sombreros finos. Cada plantilla tomó alrededor de seis horas de trabajo, lo que suma un total de 2.000 horas invertidas en la elaboración de las mismas. Este proyecto es una verdadera obra de arte.<br /> <br /> <span style="font-size: 12pt; font-weight: bold;">"Se utilizaron más de 3.000 cogollos de paja toquilla,</span><span style="font-size: 12pt;"> material equivalente a lo necesario para tejer 125 sombreros finos.</span><span style="font-size: 16px; font-weight: bold;">"</span><br /> <br /> Para el tejido de las plantillas se contó con la participación de 150 tejedores y fueron realizadas en la casa de cada tejedor, como culturalmente se hacen los sombreros. Esta debe ser una de las pocas veces en la que los tejedores han trabajado de manera colectiva y ordenada por una gran causa. El entusiasmo, compromiso y esfuerzo de los habitantes de Pile fueron notables, lo que reafirma su pasión y compromiso en los productos de paja toquilla en el Ecuador, cuyos sombreros son considerados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.<br /> <br /> La valla en mención tuvo la principal participación de <span style="font-style: italic;">"Hats from the heart"</span>, una plataforma dedicada a los tejedores de sombreros finos de paja toquilla. Regentada por Hugo Gonzenbach, Ingeniero Agrónomo y fundador de esta iniciativa que nos ayuda a comprender la cultura del sombrero desde el cultivo, elemento que hoy en día se encuentra en riesgo por las sequías constantes año tras año.<br />