5 lecciones empresariales de Soichiro Honda

Honda es una de las empresas que mayor reconocimiento ha tenido a nivel internacional. Esta posición es resultado de la visión y trabajo de su fundador, cuyo espíritu y lecciones están presentes en el espíritu de la empresa.

No hay una receta única para el éxito, pero sí ingredientes comunes que se pueden aplicar. Las grandes empresas y corporaciones que han podido mantener un liderazgo en el mercado a lo largo de décadas se han caracterizado por diversos valores que han permitido implementar una estructura sólida. Esos valores fueron una característica transmitida por sus fundadores, de los cuáles siempre quedan valiosas lecciones por aprender y replicar. Cada empresa es una historia y mientras más lejos llegue se generan muchas lecciones que merecen ser contadas.

Una de estas historias es la de Soichiro Honda (1906 – 1991), fundador de la empresa que lleva su nombre. A lo largo de su trayectoria son varias las enseñanzas que deja, por las que pasó de ser un mecánico de bicicletas a uno de los principales líderes de la industria automotriz en el mundo. Como muchos de los fundadores de empresas exitosas, Honda no provenía de una familia adinerada, pero su padre le inculcó valores que marcarían toda su vida: trabajo duro y amor por la mecánica. Esto caracterizaría su accionar más adelante.

Si bien son muchos los temas que se podrían abordar, a continuación presentamos cinco lecciones empresariales que quedan, tanto para las grandes empresas como para los emprendimientos.

Aprender del fracaso y no rendirse ante las dificultades : Los fracasos dejan grandes lecciones y ninguna empresa grande se ha construido sin ellos. La historia de Honda no es diferente y fueron esos fracasos los que le permitieron crecer. En 1938, instaló un pequeño taller en el que trabajó en un concepto de anillo de pistón, con el fin de venderle su idea a Toyota. Puso lo mejor de sí, trabajó día y noche con esa idea en mente y hasta empeñó las joyas de su esposa para conseguir capital de trabajo. Una vez terminado el producto fue a Toyota, en dónde lo rechazaron por no cumplir sus estándares de calidad. De esta lección aprendió la necesidad de conocimiento y estudió, como se presenta más adelante. Esto le permitió dos años después, conseguir un contrato con Toyota.

Para cumplir el contrato debía contar con una planta, pero al estar Japón en guerra no era posible tener los materiales necesarios. La solución estuvo en la innovación ya que desarrolló un proceso para elaborar concreto que le permitió cumplir su objetivo en esa compleja situación. La fábrica fue bombardeada dos veces y atravesó un terremoto. A pesar de esto, Honda buscó soluciones y siguió.

Después de la guerra, en Japón había escasez de combustibles. Honda desarrolló un motor para su bicicleta y, al ver el éxito que podía tener, convenció a otros productores del país para que le provean de bicicletas y otros insumos a bajo precio, explotando el orgullo nacional. Si bien los primeros modelos no funcionaron, la persistencia llevó a que el producto sea un éxito en el mercado local y se exporte.

Conocimiento: La formación es fundamental y ésta fue una de las mayores lecciones por las que atravesó Honda. En sus primeros años él consideraba que la ciencia no era útil, llegando a decir que “si la teoría promoviera la creatividad, entonces todos los maestros hubieran sido inventores”. No obstante, una vez que fracasó en la producción de anillos de pistón su visión hacia la educación cambió. Esto llevó a que lleve adelante estudios superiores en el Colegio Técnico Superior de Hanamatsu, en el que cuestionaron su diseño de anillo. Con esta formación y su dedicación, Honda desarrolló su propio sistema de enfriamiento de motor, lo que le dio mayor resistencia a los vehículos de competencia de la época. Como toda persona exitosa, su comportamiento no es convencional y tuvo problemas en la institución educativa, que abandonó posteriormente, ya que se negaba a rendir exámenes. Esta posición la mantenía dado el hecho de que él no quería un diploma, quería el conocimiento.

Mirar hacia mercados más grandes: Uno de los méritos de Honda fue mirar hacia afuera en busca de mercados más grandes. En la década de los 50, Japón se encontraba muy afectado por la Segunda Guerra Mundial. Si bien el país recibió muchas inversiones estadounidenses que a la larga servirían para su recuperación, seguía siendo un mercado pequeño en crecimiento frente a las grandes economías de ese momento. Salir al mundo es un desafío que Honda aceptó siguiendo su principio de mantener “un punto de vista internacional”, de tal manera que se considera al mundo como potenciales clientes y como opciones de establecerse. De esta manera, en 1959 Honda comenzó a vender motocicletas en EE.UU. y posteriormente vehículos. Posteriormente creó su modelo Civic, el primer automotor en cumplir las exigentes políticas de emisiones que desarrolló EE.UU., algo que ni Toyota ni los productores locales vieron viable financieramente. Con esa visión, Honda fue la primera empresa en producir exitosamente vehículos en EE.UU. al abrir su planta en 1982. Esta visión no solamente se centró en EE.UU., también fue la primera compañía japonesa que produjo automotores en China y que se amplió a otras regiones del mundo.

Administración basada en méritos: Mientras más grande una empresa, mayor es el número de áreas y procesos que se deben llevar a cabo. Honda tenía una visión muy particular de cómo debía manejarse la empresa, de tal forma que llevó adelante algunas medidas que no son siempre frecuentes. Dada la importancia que atribuía a la innovación, varios de sus esfuerzos buscaban fortalecerla en la empresa. De esta manera, se oponía al manejo jerárquico tradicional ya que consideraba que “en general, las personas trabajan más duro y son más innovadoras si no se los está forzando”. Otro principio que manejaba era el de promover los ascensos en función de los logros personales. En esta línea el objetivo de Honda era desarrollar el talento de sus ingenieros, para que en su debido momento uno de éstos lo reemplace como presidente de la compañía. Esta firmeza en la visión de privilegiar la eficiencia en la compañía, antes que heredarla por motivos personales, llevó a que la banca tenga una visión favorable de la empresa en el largo plazo, facilitando su acceso al crédito.

Espíritu innovador: Esta fue una de las mayores fortalezas de Honda y estuvo presente en los otros temas analizados. La innovación es la base del éxito de las empresas y es transversal en el resto de lecciones presentadas. De todas maneras quedan tres lecciones en este ámbito.

1. Innovar en productos: Honda ha creado productos innovadores. Sus motores, motocicletas y vehículos tuvieron un gran impacto en el mercado debido a sus atributos. No es posible alcanzar el éxito sin productos de este tipo.

2. Innovar para alcanzar un objetivo: Desde sus inicios Honda buscó crear un producto innovador para posicionarse en el mercado, si bien no lo alcanzó en un inicio, recurrió a muchas innovaciones para alcanzarlo. Éstas no solamente se concentraron en el producto, pero también en generar soluciones para alcanzar el objetivo. La innovación no es solamente crear nuevos productos rentables en el mercado, es también implementar soluciones y alternativas que permitan desarrollarlos.

3. Privilegiar la innovación en la empresa: Un líder puede ser innovador, pero siempre debe fortalecerse y motivar el talento. Honda buscó reconocer este espíritu aún con la mayor recompensa que es el liderazgo de la compañía. Si no se motiva a los colaboradores más innovadores y comprometidos, en cualquier momento serán el espíritu de otras compañías que sí los valoren.

Todo gran empresario es un libro de enseñanzas. Así como otros casos, Honda es un ejemplo que dejó un importante legado a seguir, no solamente para la industria automotriz pero para los negocios en general. Nada se consigue sin un trabajo comprometido y exigente que asuma grandes desafíos, dejando de lado el temor por el fracaso.