Los niveles de crecimiento de este sector le ha permitido posicionarse al camarón como el segundo producto de exportación más importante después del petróleo, desplazando al banano de este lugar. Analizamos a este crucial sector de la economía nacional. La Acuacultura es un sector estratégico de alto crecimiento e importancia dentro de la economía ecuatoriana; el principal producto del sector es el camarón, que por más de 50 años se ha mantenido como uno de los productos tradicionales de exportación del Ecuador. Este crustáceo da forma a uno de los sectores más dinámicos de la economía ecuatoriana, en efectos, sus niveles de crecimiento le han permitido posicionarse como el segundo producto de exportación más importante después del petróleo, desplazando al banano de este lugar. Las exportaciones de camarón alcanzaron en 2018, USD 3.234 millones, monto que representa el 15% del total de las exportaciones del país, mientras que las ventas de petróleo crudo representaron el 36,3% y las de banano el 14,8% de las exportaciones totales ecuatorianas. El camarón por sí solo representa el 1,1% del PIB Ecuatoriano. Con un crecimiento promedio del 13,6% en los últimos 10 años, ha sido de los pocos sectores que evolucionaron pese a la recesión de 2016 (con una tasa de 8,2%). De hecho el año 2014, registró una expansión del 40% y si bien el sector se desaceleró, al tercer trimestre de 2018 registró una tasa de crecimiento anual del 7%, constituyéndose en el sector de mayor crecimiento del país. Por estas razones se ha convertido en un sector estratégico y uno de los principales receptores de inversión privada. De acuerdo al Instituto Nacional de Pesca del Ecuador, “la explotación del recurso camarón en la geografía nacional empezó de manera oficial en la década de los 50. La pesquería de camarón surge como medio de subsistencia (ámbito artesanal) y luego se transforma en una importante fuente generadora de plazas de trabajo y de divisas para la economía del país (ámbito industrial). La flota arrastrera camaronera estuvo inicialmente compuesta por 28 barcos que capturaban 660 toneladas. Consecutivamente en 1968, se observó un incremento significativo a 200 embarcaciones, y hasta finales de 1987 se registró el máximo número de unidades con un total de 297 embarcaciones industriales, las mismas que capturaron 7.171 toneladas. En 2012 se eliminó la flota arrastrera camaronera según Acuerdo Ministerial 020”. Actualmente, la producción se realiza, en su mayoría, en piscinas y con procesos que generan menor impacto al medio ambiente. En la actualidad la cría y explotación del camarón se ha tecnificado de manera importante, pasó de ser un producto artesanal de subsistencia a un producto que demanda alta investigación y generación de valor agregado en su cadena de producción. Con el desarrollo de laboratorios, ingeniería genética, así como la incorporación de técnicas y tecnologías para el desarrollo de piscinas que optimizan la producción y el uso del suelo, el desarrollo del sector camaronero genera encadenamientos productivos de alto valor en la economía. La producción del sector, si bien en su mayor parte está vinculado a una producción primaria (cría de camarón), también tiene un componente importante de generación de valor, con una agroindustria enfocada, principalmente, en la congelación y conserva de camarón para la exportación. Así del total de ingresos generados por las empresas que conforman el sector, el 66% corresponde a la cría de camarón, mientras que el 24% responde a empresas dedicadas al procesamiento y conserva de camarón. Los ingresos totales de las empresas relacionadas al sector en 2017 alcanzaron USD 4.350 millones, generadas por 784 empresas activas. Estos ingresos le representan al sector utilidades por USD 275,9 millones, generando un total de impuestos causados por USD 54,6 millones. En su composición el 5% de las empresas son grandes, el 38% medianas y el 57% corresponde a micro y pequeñas empresas. Las 25 compañías más grandes concentran el 71% del total del ingreso. En los últimos cinco años, las exportaciones crecieron un 29% y han convertido a Ecuador en el segundo productor mundial después de India y sus ventas al exterior representan el 16% del total de exportaciones mundiales. En tercera posición del ranking mundial de productores se encuentra Vietnam, seguido de Indonesia, Argentina, Tailandia y China; estas siete naciones exportan el 73,5% del total de exportaciones mundiales. La estrategias de apertura comercial hacia Asia dieron un importante resultado en esta industria. Hace 10 años, los principales destinos de exportación estaban en Europa y Estados Unidos, mientras que en la actualidad, los principales destinos del camarón ecuatoriano están en el continente asiático, de hecho más de la mitad del camarón que se exporta (60%) va a esta región. De manera global, los principales compradores de nuestro producto son: Vietnam, China, EE.UU., España, Italia y Francia, a estos países se envía el 89% del total de exportaciones. Sin embargo no todo es color de rosa para la industria, ya que según cifras del Banco Mundial, desde el segundo semestre del 2017 se ha experimentado una reducción sostenida de los precios internacionales, bajando de USD 14,7 a USD 12 por kilo. La mayor razón es el exceso de oferta a nivel mundial y pese a que los precios se han recuperado ligeramente, expertos de la industria aseguran que durante 2019 se mantendrán por abajo de los USD 13, afectando el margen de rentabilidad del producto. Por ello, pese al crecimiento demostrado por las empresas camaroneras, hay muchos negocios afectados los cuales requieren ayuda del Gobierno para recibir créditos e inversión. Esta industria demanda el desarrollo continuo de laboratorios de investigación y el fomento de mejores técnicas y tecnologías de producción, que faciliten sostener la producción con un entorno de precios variable. El dinamismo general del sector ha atraído el interés de diferentes inversionistas, lo que se refleja en un incremento de la oferta presionando los precios hacia abajo. Ello también ha generado que solo los productores con altos niveles de eficiencia sean capaces de mantener la producción con buenos retornos financieros, es por ello que las proyecciones de crecimiento esperan una desaceleración del camarón en este año, apuntando a un crecimiento de tan solo el 1,2% de acuerdo a cifras oficiales del Banco Central del Ecuador. Más Información: Una iniciativa ecuatoriana para la producción sostenible Innovación, la clave del crecimiento camaronero