<span style="font-weight: bold; font-size: 8pt;">Por: Ing. Alejandro Ribadeneira. Director General del IDE Business School, Escuela de Negocios de la Universidad de Los Hemisferios. Máster en Matrimonio y Familia, Universidad de Navarra.<br /> <br /> </span>Esta tendencia se verá reforzada más aún en el futuro cercano, si consideramos que en las políticas públicas delineadas por el Consejo de Educación Superior –CES– para el proceso de rediseño de las mallas curriculares de las carreras existentes y de las propuestas de nuevas carreras de grado, se está apuntando a la formación de profesionales generalistas a nivel de grado lo que, como consecuencia lógica, impulsará la demanda de formación especializada en los programas de posgrado que, según la Ley Orgánica de Educación Superior, se enfocan en tres grandes conceptos académicos: Especializaciones, Maestrías y Doctorados.<br /> <br /> Esta es una de las razones que explica la gran demanda existente en la actualidad para este tipo de posgrados, de manera particular de los dos primeros pues el tercero, el de doctorados, apunta a la formación científica antes que a la formación profesional. <br /> <br /> Entre las ofertas de maestrías, una de las opciones más apetecidas por profesionales provenientes de distintas áreas del conocimiento, son las Maestrías en Dirección de Empresas (MBA por sus siglas en inglés) que desarrollan habilidades indispensables en el ámbito de la empresa, tales como la capacidad para la toma de decisiones en medios de incertidumbre, soportadas en conocimientos teóricos y experiencias prácticas obtenidas a lo largo del programa.<br /> <br />