América Latina solo es responsable del 12,5 % de las emisiones mundiales, pero su sector agrario perdió USD 11.000 millones entre 2003 y 2013 debido a los desastres naturales, según reportó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).<br /> <br /> Si no se toman medidas correctivas, la región sufriría una reducción de lluvias en la Patagonia, Brasil central, el Caribe y Centroamérica; incremento de las sequías en todo el territorio, hecho que mermaría la producción agroindustrial y reduciría la capacidad productiva de América Latina; mayores ciclones tropicales; y aumento del nivel de los océanos que pondría en riesgo a poblaciones instaladas en primera línea del mar; por nombrar solo algunos de los impactos negativos del aumento de la temperatura global.<br /> <br /> Se calcula que el financiamiento necesario para que se produzca una transición hacia economías bajas en emisiones y resilientes al clima asciende a unos USD 1.000 billones al año hasta 2050. Por eso, para implementar este nuevo modelo será imprescindible el compromiso de todos los actores, desde gobiernos y sector privado, hasta organismos multilaterales y sociedad civil.<br /> <br /> En su enfoque estratégico, CAF —banco de desarrollo de América Latina— está orientado a movilizar recursos internacionales para apoyar acciones de mitigación de emisiones y medidas de adaptación a escenarios climáticos cambiantes, así como a acompañar a sus países miembros en la formulación de políticas y estrategias climáticas. <br /> <br /> De hecho, en los últimos 10 años CAF ha aportado cerca de USD 1.500 millones. Y sólo en 2014, el financiamiento verde de la institución ascendió a USD 2.810 millones, representando uno de cada cuatro del total de las aprobaciones totales para ese año.<br /> <br /> “El 24 % de las aprobaciones de CAF en 2014 correspondieron a financiamiento verde. Para 2020, nos proponemos alcanzar el 30 %, con el fin de apoyar a los países de América Latina en el proceso de transición a economías bajas en carbono y resilientes al clima”, explicó Enrique García, presidente ejecutivo de CAF.<br /> <br /> García agregó que, “contrariamente a lo que suele asumirse, está demostrado que las inversiones ‘verdes’ aumentan la competitividad y la productividad de los países, son rentables y pueden incluso suponer un impulso de las economías nacionales, aspecto importante en el contexto global de bajo crecimiento, con la oportunidad de generar más y mejores empleos”.<br /> <br /> <br /> <span style="font-size: 8pt;">Fuente: Portafolio.co</span><br />