La última propuesta de Atenas, que comprende aumentos de impuestos y recortes de gastos para alcanzar los objetivos presupuestarios exigidos por los prestamistas, fue descrita por funcionarios griegos y europeos como posiblemente la última oportunidad del país para desbloquear la financiación que Grecia necesita con premura y mantener en vigencia su programa de rescate.<br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">De no llegar con un acuerdo a la cumbre de emergencia del lunes 22 de junio de los líderes de la zona euro, la situación podría poner a Grecia en camino a la bancarrota y la eventual salida del euro</span>, han advertido en los últimos días altos funcionarios europeos.<br /> <br /> Alemania, Francia y otros gobiernos de la eurozona tenían recelos finales de la semana pasada sobre la convocatoria de una cumbre, ya que Grecia aún no había presentado una propuesta técnica plausible que pudiera servir de base para las decisiones políticas de alto nivel, dijo un funcionario de la UE familiarizado con las conversaciones.<br /> <br /> La confrontación de Grecia con sus principales acreedores —el resto de la eurozona y el Fondo Monetario Internacional— está llegando a un momento decisivo después de cinco meses de estancamiento y recriminaciones que han sembrado una desconfianza profunda entre Europa y el gobierno liderado por la izquierda en Atenas. Cinco años después de que Grecia recibió su primer paquete de rescate, el país está más cerca que nunca a desordenado incumplimiento de la deuda que podría fracturar la eurozona.<br /> <br /> La nueva propuesta griega, aprobada el domingo 21 de junio por el gabinete del Primer Ministro Alexis Tsipras, busca alcanzar los objetivos estrictos que la eurozona y el FMI han exigido a Grecia en superávit presupuestario sin contar intereses, pero mediante el uso de diferentes medidas fiscales.<br /> <br /> En lugar de una reducción significativa en el gasto de pensiones y aumentos en el impuesto al valor agregado, la propuesta se basa en poner freno a las exenciones en el sistema fiscal y de la seguridad social y el aumento de los impuestos sobre los beneficios de las empresas y los ingresos de la clase media. El gasto en pensiones se reduciría también, pero menos que la propuesta de acreedores.<br /> <br /> En los últimos días, los líderes europeos han advertido a Grecia que si no acepta revisar su economía y tomar amplias medidas, no recibirá más alivio financiero. Los líderes griegos, asumiendo una postura pública desafiante, dijeron que la pelota está en el campo de Europa y que Alemania, el poder dominante de la zona euro, deberá elegir el lunes elegir entre ofrecer a Grecia términos más indulgentes o forzar al país a abandonar la moneda común.<br /> <br /> En privado, al menos algunos funcionarios griegos reconocen que tienen que hacer más para satisfacer las demandas de los acreedores, o que de lo contrario el país deberá establecer económicamente funestos controles de capital—restricciones a los retiros bancarios y otras transacciones financieras—en unos pocos días.<br /> <br /> Los ciudadanos griegos han estado retirando su dinero de sus bancos a un ritmo acelerado, lo que obligó el Banco Central a cubrir el déficit de las instituciones.<br /> <br /> Si no logra un acuerdo esta semana, Grecia no podrá pagar los 1.540 millones de euros (USD 1.750 millones) en préstamos del Fondo Monetario Internacional que vencen el 30 de junio. La porción europea del programa de rescate financiero de Grecia de USD 245.000 millones también expira el 30 de junio.<br /> <br /> Se considera altamente probable que el BCE corte la línea de emergencia que mantiene la liquidez del sistema bancario griego. Atenas tendría así problemas para evitar el default por casi 7.000 millones de euros en bonos que vencen en julio y agosto. La economía griega podría enfrentar otra contracción severa, y la falta de euros podría forzar a Atenas a emitir pagarés para cubrir salarios y pensiones, poniendo al país en una pendiente resbaladiza hacia la reinstauración de una moneda nacional.<br /> <br /> <br /> <span style="color: #222222; font-size: 8pt; font-style: italic;">Artículo originalmente escrito por: The Wall Street Journal</span><br />