Según el Banco Central del Ecuador (BCE), la economía crecerá en un 0,9% en 2024, mientras que, para el siguiente año, la entidad estima un impulso en el crecimiento alcanzando una tasa del 1,5%. No obstante, en ambos casos, las cifras se sitúan por debajo del promedio de América Latina y el Caribe que, de acuerdo con las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), se ubicarán en torno al 1,9% en 2024 y 2,7% en 2025. Por otro lado, la incertidumbre en los mercados financieros internacionales y las implicaciones negativas de la crisis energética y de seguridad, sumado a ello, la falta de inversión extrajera y pública, afectarán en mayor medida el desempeño de la economía nacional en el segundo semestre de este año, por lo que es muy probable nuevos ajustes a la baja en las proyecciones de crecimiento. El sector de la construcción, por su parte, se estima que alcanzará una tasa de crecimiento del 0,4% en 2024, y, un PIB en términos nominales de USD 4.717 millones, lo que, a su vez, se constituye en el 3,8% del PIB total del país. En tanto que, para el próximo año, el BCE proyecta una ligera aceleración en el crecimiento, situándose en un 0,9%. En 2023, el dinamismo de la economía y del sector se vio ralentizado por una desaceleración en el consumo de los hogares en 6 p.p., lo que, a su vez, implicó una caída de las importaciones de bienes y servicios en un -0,9%. Asimismo, la inversión privada reflejó un crecimiento más lento, de un 8,5% en 2022 a un 0,5% en 2023. En 2023, los ingresos provenientes del sector de la construcción aumentaron en un 0,7%, hasta sumar USD 14.192 millones, lo que equivale al 6% de las ventas totales a nivel nacional. Esta cifra revela una desaceleración en las ventas, luego de que en 2021 y 2022 alcanzará tasas del 23,7% y 12,8%, respectivamente, según el Servicio de Rentas de Internas (SRI). Mientras que, entre enero y junio de 2024, los ingresos relacionados a esta actividad se contrajeron en un -6,4% frente a igual periodo de 2023, lo que contrasta con las tasas positivas registradas en el primer semestre de los años 2021 y 2022, en torno al 40% y 14,1%, respectivamente. Del total de ingresos generados por la construcción, el 42,1% corresponde a edificaciones y obras de construcción, el 33,1% al comercio de insumos para la construcción y el 24,8% a la industria para la construcción. Las empresas domiciliadas en Guayas (36,4%) y Pichincha (32,9%) representaron, en conjunto, cerca del 70% del total de ingresos del sector. Le siguen las empresas de Azuay (6,9%) y Manabí (3,8%). Además del impacto sobre el dinamismo económico, tanto por la adquisición de insumos como la generación de valor agregado, el desempeño del sector de la construcción tiene una alta incidencia sobre el mercado laboral ecuatoriano. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), las actividades relacionadas a las edificaciones y obras de construcción generan de manera directa el 6,4% del empleo nacional y se ubica como el quinto sector que mayor empleo directo genera en la economía. Al mes de julio de 2024, las actividades relacionadas con la construcción contaron con un total de 790 mil contrataciones; de esta cantidad, casi la totalidad, es decir, nueve de cada 10 empleos fueron ocupados por hombres, de los cuales, el 43,3% es un empleo adecuado. Mientras que, del empleo restante (uno de cada 10 empleos) a cargo de mujeres, el 48,1% fue uno adecuado. En el caso del sector externo, la Inversión Extranjera Directa (IED) se contrajo en un -56,8%, al pasar de USD 880 millones en 2022 a USD 380 millones en 2023; esta caída se observó principalmente en los sectores de la construcción en un -137,4%, electricidad, gas y agua (-116,8%) y servicios prestados a las empresas (-97,4%). También te puede interesar: 3 reglas de oro para construir una marca personal inquebrantable Uno de los factores clave para promover el dinamismo en el sector de la construcción es el crédito a la vivienda. Según las cifras de la Superintendencia de Bancos (SUPERBANCOS), en 2023, las colocaciones en este segmento se contrajeron en un -5,7%, descendiendo a USD 850 millones, lo que, equivale a USD 52 millones menos que en 2022. Es decir, en ese año se destinaron menos recursos a la ejecución de proyectos inmobiliarios, la compra de viviendas de interés social y de interés público. Este hecho está relacionado al contexto nacional e internacional que sugiere un periodo de normalización del crecimiento post pandemia a nivel mundial, en medio de conflictos bélicos en Europa del Este y Medio Oriente, que mantienen la incertidumbre en torno a la volatilidad de precios de los recursos energéticos, las decisiones de la Fed (que recientemente recortó en 50 puntos básicos la tasa de interés, ubicándola en el 4,75%-5% que marcaría un nuevo escenario macroeconómico en la región) han limitado la inversión y adquisición de proyectos inmobiliarios debido a los altos costos de crédito. Por otro lado, según el INEC, el índice general de precios de la construcción tuvo una variación anual del 2,39% en diciembre de 2023, lo que refleja un 1,1 p.p. por debajo de la tasa alcanzada en 2022. No obstante, en el mes de julio de 2024, el crecimiento de los precios en este sector se vio impulsado hasta ubicarse en un 4,30%, superando así la tasa nula (0,03%) del mismo de 2022. La decisión de recortar las tasas de interés por parte de la Fed, ampliamente esperada por los mercados, marca una nueva etapa para la economía estadounidense con implicaciones directas sobre la economía global, especialmente en América Latina y el Caribe. A medida que se siga relajando la reducción de tasas de interés, se prevé un nuevo escenario favorable para las inversiones en la región. No obstante, los problemas asociados a la crisis energética y de seguridad podrían afectar las previsiones de crecimiento, por lo que, el principal desafío para el sector público radica en solventar las limitaciones de la infraestructura energética en el país, reducir los niveles de violencia, mejorar el cumplimiento del plan de inversiones y estimular la economía, para con ello mejorar el ambiente de negocios promoviendo mayor recirculación de liquidez, aumento de inversión privada y el crecimiento de la economía. Por: Juan Carlos Zabala A. y Jonathan Guamán Ch., Ekos Research - Dominic Burgos, Andrés Calvopiña y Gabriela Romero, Equipo Editorial Ekos