<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; text-align: justify; ">Es muy frecuente encontrar que en las empresas no tenemos este proceso estructurado y, por consiguiente, se ejecuta sin ningún procedimiento previamente establecido. El dar libertad a que el despido lo ejecute al gusto de cada líder, por lo general, genera problemas que pudieran ser evitados. </p> <p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; text-align: justify; ">El proceso de despido debería incluir, entre otros aspectos, los siguientes: identificar las causales de un despido, establecer la forma de despedir, identificar todos los pasos administrativos a ser ejecutados, establecer cómo se entrega el cargo y ejecutar una entrevista de salida para poder llevar estadísticas de las causalidades de la rotación en la empresa.</p> <p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; text-align: justify; ">Desde luego que el proceso de despido no es motivo de alegría, pero eso no significa que no se lo puede hacer de forma adecuada. Un colaborador que sale puede, además de su insatisfacción por haber salido, guardar malos sentimientos por la forma en que lo hizo y desde luego que esto forma parte de la reputación de la empresa.</p> <p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; text-align: right; ">Por Mauricio Morillo W. / Presidente Great Place to Work® Institute Ecuador</p>