El proceso de evaluación de proveedores tiene dos etapas: levantamiento inicial con el cliente de los puntos críticos de evaluación y una segunda etapa donde el proveedor es auditado. En base a cumplimientos, los informes son entregados a los clientes para su revisión y análisis. Las evaluaciones de proveedores representan un diagnóstico de la gestión de los proveedores, que sirve como una herramienta de mejora continua y permite transferir conocimiento entre lo que un clientes espera de su proveedor.<br /> <br /> Estas verificaciones o certificaciones, explica Patricio Mariño, Director Nacional de Ventas de Cinascar del Ecuador, impactan de manera directa en la productividad de una empresa pues los tiempos de demora o perdidos por causa del proveedor se relacionan directamente con la gestión de la empresa. Por eso existen los llamados sistemas “just in time” que minimizan esos tiempos y también el costo financiero en empresas de producción. En empresas de servicios un proveedor demorado puede retrasar la cadena de servicio final, generando baja de productividad y eficiencia general, reflejado en mayor tiempo invertido en procesos que usualmente no requieren tanto tiempo, dejando de lado otras tareas importantes.<br /> <br /> Y en varias industrias, es más notorio pensar si se trabaja o no con proveedores calificados y certificados; por ejemplo, en la industria automotriz es más notorio, ya que un proveedor incumplido retrasa toda la cadena, y el responsable final a los ojos del cliente es la empresa, no el proveedor del bien o servicio, generando insatisfacción y posible pérdida de clientes.<br />