Así, a través de un convenio pionero con ANUNA, PRODUCTOS OLÉ decidió transformar sus residuos orgánicos en abono natural. Esta iniciativa se traduce en varios beneficios: constituye un ejemplo empresarial de sostenibilidad; reduce considerablemente el impacto de la empresa en el medio ambiente y beneficia a los agricultores ecuatorianos, quienes utilizan el abono para potenciar los sabores y calidad de su materia prima. También te puede interesar: Nestlé invertirá USD 1.000 millones para promover el cultivo sostenible de café Con esta iniciativa, PRODUCTOS OLÉ aborda uno de los principales problemas en Quito: mirar a los residuos orgánicos como basura, un error absurdo que desborda los botaderos de la ciudad innecesariamente. Según la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (EMGIRS-EP), en Quito se generan alrededor de 2.000 toneladas de residuos sólidos diarios, de los cuales 60% son orgánicos (frutas, vegetales, desperdicios de comida, plantas, café, cáscaras de huevo, entre otros) mientras que el 40% son inorgánicos (papel, metal, vidrio, textiles, plástico, etc). Este último porcentaje equivale al peso de 200 elefantes. Un peso enorme que podría convertirse en recurso, con la actitud y la guía adecuadas. Es aquí en donde entra ANUNA: un servicio gratuito que hasta el momento ha ayudado a más de 1.500 casas de Quito a reciclar sus desechos orgánicos. Cuando estos residuos no son separados del resto de basura y llegan a los rellenos sanitarios, contribuyen en la generación de gases de efecto invernadero, como el gas metano que es 25 veces más tóxico que el dióxido de carbono. El objetivo de PRODUCTOS OLÉ es dejar de alimentar este tipo de procesos y empezar a cambiar la narrativa de sostenibilidad en la ciudad y el país, con la implementación de una estrategia de sostenibilidad 360. ¿Cómo funciona el círculo de sostenibilidad de PRODUCTOS OLÉ? Todo empieza y termina en el campo, con la compra materias primas frescas (frutas y vegetales), directamente a agricultores de Costa, Sierra y Oriente. PRODUCTOS OLÉ elabora sus 58 productos y utiliza los residuos orgánicos de los mismos en la generación de compost que posteriormente funcionará como abono, devolviéndole a la tierra sus nutrientes y creando espacio para nuevos sabores. Todos los meses, PRODUCTOS OLÉ enviará a ANUNA cinco toneladas de sus residuos orgánicos para que sean convertidos en compost. Luego de tres meses, ANUNA devolverá a PRODUCTOS OLÉ dos toneladas de compost, que entregará, de manera gratuita –solo con gastos de transporte-, a sus agricultores, quienes además podrán reducir los altos costos que solían invertir en abono químico. También te puede interesar: En Quito se construyen bicicletas con botellas recicladas Este proyecto que ya es parte del modelo de negocio de PRODUCTOS OLÉ es motivo de orgullo y celebración: “A través de lo que considerábamos basura, hoy estamos generando abonos orgánicos que podemos devolver a nuestros agricultores de manera gratuita y así impactar positivamente no solo su actividad económica, sino incluso la calidad y sabor de sus productos (frutas y verduras), parte esencial de la experiencia de sabor OLÉ. Gracias a este convenio podemos cerrar el círculo 360, uniendo empresa, agricultores y consumidores”.