<span style="font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: 10pt; ">El mar lo inspiró a ensayar sus habilidades de explorador, a buscar oportunidades siendo un niño inquieto de ocho años recorriendo el litoral y los valles de Máncora en busca de nuevas aventuras junto a su hermano menor y amigos. El mar también le enseñó, a los 20 años, a no dejarse llevar por las corrientes engañosas porque más allá hay una terrible soledad de la cual “solo puedes escapar con la ayuda del ser supremo”.<br /> <br /> Tal vez por eso Pedro Julio Martínez Carlevarino no cree ser todavía un hombre exitoso a sus 61. “Uno de los peligros de hacer empresa es la complacencia frente al éxito. Cuando se termine de hacer todo lo que debimos hacer, recién podremos decir que hemos tenido éxito. Hay que mirar alrededor, hay que trabajar y ayudar a que los gobernantes tengan un panorama claro de lo que falta hacer para que las diferencias culturales y sociales se cierren”.<br /> <br /> Él fue testigo de esas diferencias durante su estancia en Máncora cuando el sol eterno lo acompañaba durante sus clases de primaria; lo fue también cuando regresó del colegio Americano de Lima en pleno golpe militar de 1968 y cuando soñaba con ser médico para ayudar a los demás.<br /> <br /> Y pudo serlo pero la Cayetano Heredia le fue esquiva y optó por Economía en la San Marcos, donde las huelgas lo forzaron a migrar a La Católica en 1971. Ese cambio de rumbo le permitió conocer a María Teresa, con quien desde hace 41 años comparte una relación “excepcional”.<br /> <br /> Tras graduarse como economistas (1975), se casaron y administraron Grifos Iberia S.A. “Si quieres caminar ordenado, tienes que rayar la cancha desde el inicio”, precisa. Así lograron que el matrimonio funcionara mientras trabajaron juntos por 30 años.<br /> <br /> El empresario dividió su tiempo gerenciando además las pesqueras de extracción de anchoveta de Don Pedro, su padre y mentor. En 1981 dejó este negocio y se concentró en el de combustibles y participó como presidente de la asociación de grifos durante siete años continuos.<br /> <br /> Más tarde impulsó un proyecto compartido por 60 operadores que tenían el sueño de crecer a través de una gran corporación de distribuidores mayoristas. El modelo de negocio fue elaborado por la Universidad de Piura y quedó listo en 1994; así nació Peruana de Combustibles S.A. PECSA.<br /> <br /> </span><b><span style="font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: 10pt; ">Los retos de PECSA</span></b><br /> <span style="font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: 10pt; "> Como Presidente del Directorio de PECSA, Martínez anota que una de las claves de su desarrollo es el capital humano y la profesionalización de su gestión, habiéndose prohibido que los accionistas fueran parte de la administración.<br /> <br /> Con 15 años de operaciones, la empresa tiene el objetivo de llegar a más regiones e incursionar en el sector eléctrico en 2013. Y la gran meta es triplicar su EDBITA</span><span style="font-size: 10pt; "> </span><span style="font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: 10pt; ">en cinco años. El plan de expansión de este año asciende a S/. 63 millones focalizándose en retail, tiendas de conveniencia e incrementar de 270 a 290 sus estaciones de servicio. El cambio de imagen, emprendido en 2011, ha suscitado nuevas solicitudes de afiliación.<br /> <br /> Augura 18,4% de participación en el mercado de distribución de hidrocarburos para fines de 2012, y señala que la demanda se mantendrá estable en los años venideros. 2011 cerró en 17,1%. <br /> <br /> PECSA tiene previsto invertir US$ 30 millones, a partir del próximo año, para vender gas natural comprimido y gas natural licuado a clientes minoristas e industriales a través de sus 90 estaciones en provincias.<br /> <br /> En tanto, espera que antes de cinco años forme parte de un grupo de empresas generadoras eléctricas utilizando el Gasoducto Sur Andino, orientado a provincias</span><span style="font-size: 10pt; "> </span><span style="font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: 10pt; ">de esa zona, en vista que la demanda de energía crecerá ante el desarrollo de proyectos mineros como Las Bambas, Quellaveco y Tía María.<br /> <br /> </span><b><span style="font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: 10pt; ">El futuro</span></b><br /> <span style="font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: 10pt; "> El también Presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) reflexiona sobre el futuro minero-energético. Comenta que para asegurar su desarrollo, el Estado debería adoptar como una “causa nacional” brindar todas las facilidades “para que las inversiones se concreten, siempre que logren conjugar aspectos sociales y ambientales”.<br /> <br /> Lamenta que el Estado pretenda incursionar en labores de exploración petrolera cuando desde 2009 aún hay contratos licitados a privados sin aprobar.<br /> <br /> En cuanto a los US$ 53 mil millones de inversión minera proyectada para los próximos 10 años en Perú, confía en que continuarán, aunque “habrá que mejorar aspectos de comunicación. Primero hay que ir a la comunidad, presentarles el proyecto y explicarles los beneficios”, enfatiza.<br /> <br /> Al concluir su gestión a inicios de 2013, Martínez espera dejar los cambios iniciales en la forma de comunicar los beneficios de las actividades minero-energéticas “para que sean un orgullo nacional, para que la gente diga yo soy el primero en producción de oro en Latinoamérica, el segundo de cobre en el mundo...”.<br /> <br /> “Queremos vivir en paz, con bienestar y prosperidad, pero para eso necesitamos que esas actividades generen confianza. En la medida que haya satisfacciones para sus accionistas, trabajadores y la población, se contribuirá al cambio de mentalidad. Cuando todos empiecen a crecer sentirán orgullo y verán con buenos ojos el éxito del otro”.<br /> <br /> </span><b><span style="font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: 10pt; ">¿Presidente?</span></b><br /> <span style="font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: 10pt; "> Observando su preocupación por el país, preguntamos a Martínez si aceptaría ser candidato a la presidencia de la República, más aún considerando que nació un</span><span style="font-size: 10pt; "> </span><span style="font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: 10pt; ">28 de julio. Calmadamente responde: “en política nunca me voy a meter, es complicada. No hay reconocimiento de logros”.<br /> <br /> Lo que sí quiere es seguir como agente de cambio con su trabajo desde el sector privado “con transparencia y honestidad”, como le enseñó su padre; compartir más tiempo con su esposa, sus tres hijos y su nieto, para los que sueña “un Perú de oportunidades, donde las necesidades básicas estén satisfechas y reine el conocimiento”.<br /> <br /> Luego de haberse salvado dos veces de morir, una vez ahogado en el mar y otra de un infarto agudo en el miocardio, Martínez agradece la suerte de seguir viviendo, espera que cuando llegue a las puertas de su tocayo le den la oportunidad de tomarse “cinco minutos de descanso y volver a empezar”.</span><br />