<table cellpadding="0" cellspacing="0" width="100%" class="entresacadoTexto"> <tbody> <tr> <td>Alguna vez, ha utilizado el término “negligencia médica” para definir una situación de salud que no resultó como esperaba?<br /> <br /> ¿Y se ha detenido a pensar por qué no funcionó? Si su respuesta es que la culpa la tiene el médico, el medicamento, la enfermera, el odontólogo o la auxiliar; déjeme decirle que el 50% de responsabilidad es para el profesional sanitario y el otro 50% para el paciente; analicémoslo con el siguiente ejemplo: un paciente acude con “catarro” a la consulta de un médico, éste tras revisarlo le indica que su cuadro es un resfriado común, que no requiere medicamentos pero deberá arroparse bien, tomar líquidos tibios y evitar el frío, además le sugiere regresar en tres días para reevaluarlo. El paciente decide buscar una segunda opinión porque el médico que lo atendió no le daba la “confianza” que él necesita y la “gravedad” de su cuadro amerita que le den por lo menos una “pastilla”. (¿Le ha pasado?).<br /> <br /> Acude a otro profesional quien le confirma su resfrío común y prescribe un medicamento con la finalidad de “disminuir” sus síntomas(¿se dio cuenta de que no utilicé la palabra curar?), horas después el paciente siente que su enfermedad ha reducido la “gravedad” de sus síntomas y se siente mejor; pero ahora surge la ira del paciente en contra del primer médico; empieza a cuestionarlo y finalmente exclama: ¡ese médico no sabe! ¿Se ha detenido a pensar si aquel que no le prescribió nada, tenía razón? De hecho, en el ejemplo descrito, el resfrío tiene la particularidad de ser autolimitado (comienza y termina en un tiempo determinado) y lo único que requiere son medidas básicas como las recomendaciones hechas por el primer profesional. Ahora usted me dirá: pero el segundo médico le entregó medicina que le hizo ¡sentir mejor! Si es cierto, utilizó su conocimiento para reducir las molestias en el paciente (¿se dio cuenta de que no utilicé la palabra curar?), ahora piense por un momento: cono sin el medicamento el paciente se hubiese curado.<br /> <br /> Debido a que no todos los casos resultan “fáciles” de analizar, las principales instituciones dedicadas al control de la calidad sanitaria a nivel mundial propusieron hablar de “seguridad al paciente”, es decir, generar una cultura enfocada en el cuidado del paciente, en prevenir la aparición de errores, identificarlos y gestionarlos para evitar la recurrencia de dicho error en otro paciente o a otro profesional, pero la clave fue: “sin castigar”.<br /> <br /> ¿Sin castigo? ¡Es una locura! -dirá usted- pero, nada funciona mejor que una relación basada en confianza. Analicémoslo: si usted tiene hijos, los cuales hacen “travesuras” y tiene la filosofía de que la “letra con sangre entra”, los castiga o los reprime “ejemplarmente” por “su bien” y para que “no vuelvan a hacerlo”; piense, ¿ellos tendrán la confianza para contarle los errores o problemas que atraviesen a lo largo de su vida? ¿Es usted parte del problema o de la solución?<br /> <br /> </td> </tr> <tr> <td> <table cellpadding="0" cellspacing="0" width="100%"> <tbody> <tr> <td bgcolor="#8B0304" width="30%" class="entresacado">La cultura de la seguridad del paciente:promueve la seguridad en los establecimientos de salud y la satisfacción del paciente.<br /> </td> <td style="padding-left:10px">De igual manera ocurre en salud, un médico se forma con la finalidad de curar a sus pacientes o por lo menos aliviar las molestias de las enfermedades que no podemos curar. Ahora bien, se ha preguntado usted ¿cómo se siente un médico ante el fracaso?, ¿ha pensado, que si usted se equivoca, borra y va de nuevo? En el caso de los médicos es más complicado. Si usted fuese el director de una institución sanitaria, y ocurre una “negligencia” en su institución, posiblemente tendrá dos opciones: despedir al médico o analizar lo que ocurrió(identificar el error, si lo hubo, y evitar que se vuelva a producir en otro paciente, con otro médico o incluso en otro hospital), le pregunto:¿qué considera usted una decisión inteligente? ¿Qué haría? El mundo de la salud escogió la segunda opción, y adoptó nuevos conceptos, definiciones, barreras de seguridad (guías clínicas, estandarización, gestión por procesos, etc.). </td> </tr> </tbody></table> </td> </tr> <tr> <td style="padding-top:10px; padding-bottom:10px">No lo voy a agotar con conceptos y definiciones, el camino es vasto, la implementación de una cultura de seguridad en nuestro país es necesaria; la salud actualmente gira en torno al paciente y su familia, los médicos somos facilitadores de que esto ocurra. Si usted es paciente le invito a meditarlo, si usted es médico, le invito a revisar estos conceptos, a discutirlos y analizarlos, considerando que lo necesario es una cultura de seguridad, no de castigo.</td></tr> </tbody></table>