El Banco de Desarrollo del Ecuador (BDE) y la Secretaría del Agua (Senagua), en cooperación con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) impulsaron un programa que ha contribuido con el desarrollo de 317 comunidades a nivel nacional, éstas carecían de servicios de dotación de agua potable, y recolección y tratamiento de aguas residuales.<br /> <br /> Luego de analizar el impacto negativo que las deficiencias y carencias de los sistemas de agua potable y alcantarillado sanitario ocasionan en la salud y en la calidad de vida de varios sectores rurales de la Costa, Sierra y Amazonía, los organismos nacionales e internacionales antes mencionados, crearon y ejecutaron el Programa de Infraestructura Rural de Saneamiento y Agua, denominado PIRSA. <br /> <br /> Su finalidad es garantizar salubridad y descontaminación ambiental con la dotación de sistemas viables que se ajusten a cada comunidad como: la provisión de agua de calidad para el consumo humano, la construcción de redes de alcantarillado sanitario con sus respectivas conexiones domiciliarias y la instalación de unidades básicas sanitarias (UBS), para eliminar definitivamente el uso de pozos sépticos. <br /> <br /> La inversión total para la ejecución de este programa -que brindará desarrollo, dignidad y buen vivir- es de USD 60,6 millones y el impacto socio-ambiental generará cambios en las condiciones de vida de más de 300.000 habitantes. <br /> <br /> Los proyectos que fueron financiados dentro de PIRSA, debían cumplir con ciertos datos geográficos y demográficos, por ejemplo, ubicarse en localidades rurales con poblaciones de hasta 50.000 habitantes, tener una cobertura de servicios básicos inferior a la meta nacional en el área rural establecida para 2015 de 77 en agua potable, 71% de saneamiento y 12% de tratamiento de aguas residuales, y pertenecer a las provincias priorizadas de Guayas, Loja, Azuay, Cotopaxi, Imbabura, Pastaza y Morona Santiago. <br />