Como ejecutivos, es necesario adoptar una visión estratégica que integre la IA como catalizador de eficiencia, innovación y valor. Liderar con IA implica fortalecer las cualidades humanas —como el juicio ético, la empatía y la adaptabilidad— frente a las capacidades técnicas de las máquinas. Esta dualidad exige un liderazgo que no solo comprenda la tecnología, sino que también sepa guiar a las personas en su uso responsable y efectivo. El informe Global Business Services Survey, elaborado por Deloitte, destaca que el 58% de las organizaciones ya han iniciado la adopción de IA generativa (GenAI), especialmente en áreas como finanzas y tecnología. Esta tendencia refleja una evolución hacia modelos de negocio más ágiles, digitales y centrados en la experiencia del cliente. Para quienes lideran, esto implica redefinir las prioridades estratégicas, lo que implica pasar de la estandarización de procesos a la creación de capacidades de nueva generación y aceleración de la agenda digital. En este contexto, la auditoría de estados financieros se convierte en un terreno fértil para la aplicación de IA. Deloitte, lidera esta transformación a través de la plataforma global Omnia, la cual incorpora capacidades avanzadas de GenAI para optimizar procesos clave de auditoría. “Entre sus funcionalidades destacan la revisión automatizada de documentación, la navegación inteligente de estados financieros, la extracción eficiente de datos, la redacción de memorandos contables y la gestión proactiva de riesgos. Estas capacidades no solo mejoran la calidad del trabajo, sino que también permiten priorizar el enfoque en tareas de mayor valor agregado”, destaca Héctor Gavilanes, socio de Auditoría y Assurance de Deloitte. La evolución de Omnia incluye la integración de agentes de IA, concebidos como especialistas digitales capaces de ejecutar tareas específicas, así como la retención de información relevante y colaboración entre sí en un ecosistema interconectado. Estos agentes permiten, además, procesar grandes volúmenes de datos, identificar patrones y anticipar riesgos con mayor precisión, lo que representa un salto cualitativo en la práctica profesional de auditoría. Esta innovación está respaldada por el marco de trabajo Trustworthy IA™, que garantiza gobernanza, cumplimiento y calidad en todo el ciclo de vida de la IA. También te puede interesar: Transformación digital, un desafío pendiente para nuestro país Para complementar estas capacidades, se han desarrollado chatbots generativos diseñados para asistir a los profesionales en tareas cotidianas y en la toma de decisiones. Esta herramienta ha demostrado su utilidad en auditorías para todo tipo de industrias donde ha sido posible obtener información de valor bajo estándares de ética y confidencialidad en tiempos oportunos. Además, estos asistentes aprenden continuamente de las interacciones, ofrecen respuestas cada vez más precisas y personalizadas, lo que refuerza la eficiencia operativa y la calidad del servicio. “La implementación de estas herramientas en auditoría de estados financieros permite agregar valor tangible a los clientes, especialmente en mercados como el ecuatoriano, donde la eficiencia, la transparencia y la confianza son pilares fundamentales del entorno empresarial”, agrega Gavilanes. Al automatizar tareas repetitivas, mejorar la precisión en el análisis de datos y anticipar riesgos financieros, se fortalece la calidad de los informes y se optimiza la toma de decisiones. Este valor también se transmite al involucrar a los clientes en el proceso de auditoría de manera dinámica, al mostrar resultados de forma oportuna, lo que permite anticipar potenciales situaciones relevantes que pueda tener un efecto importante en los estados financieros al cierre del ejercicio. Esto no solo mejora la experiencia del cliente, sino que también posiciona a Deloitte como un socio estratégico en la transformación digital de las organizaciones en Ecuador, lo que contribuye activamente al desarrollo de un ecosistema empresarial más competitivo y resiliente. “Desde una perspectiva de liderazgo, el uso de IA en auditoría de estados financieros no solo transforma los procesos técnicos, sino que redefine el rol como ejecutivos. Es importante ser capaz de integrar talento humano con capacidades digitales, fomentar una cultura de innovación y garantizar que la tecnología se utilice de manera ética y estratégica”, asegura el socio de Deloitte. Finalmente, liderar con IA en una organización implica una visión holística que abarque tecnología, talento y propósito. La IA no sustituye el liderazgo humano, sino que lo potencia. Quienes comprendan esta sinergia, estarán mejor preparados para enfrentar los desafíos del entorno empresarial moderno y para convertir la transformación digital en una ventaja competitiva sostenible.