Actualmente, los trabajos se centran en tres frentes prioritarios: el montaje de la cruz en la torre de Jesús —la estructura más alta del templo y de toda Barcelona—, la remodelación del estudio original de Gaudí y la construcción de la polémica fachada de la Gloria. La fachada de la Gloria genera debate debido a que su ejecución implicaría la demolición de varias manzanas de viviendas, un tema delicado para los vecinos y el Ayuntamiento, que mantiene contactos permanentes para buscar soluciones adecuadas. Pese a las controversias, Esteve Camps, presidente delegado de la Junta Constructora, aseguró que la escalinata prevista en esta fachada es un elemento definitivo: "Se está discutiendo la manera de hacerla, pero se hará", subrayando que su construcción es indiscutible. También te puede interesar: Grifine abre su nueva megatienda en Quito con una inversión de USD 8 millones El avance en la construcción viene después de varios años de trabas y retrasos, incluyendo el impacto de la pandemia que afectó el ritmo de las obras. La organización es optimista de cumplir con esta hoja de ruta siempre que no surjan nuevos imprevistos. Finalizar la Sagrada Familia en 2035 no solo implica concluir un proyecto arquitectónico, sino también cerrar una de las etapas más largas y complejas en la arquitectura moderna, dando cumplimiento al legado de Gaudí y a la visión de un templo aún en construcción desde 1882. Este ambicioso plan mantiene viva la expectativa de millones de visitantes y amantes del arte en todo el mundo, ansiosos por ver completada esta joya del patrimonio cultural y arquitectónico.