<b><span style="color: #221e1f; ">La mujer y la RSE <br /> </span></b><br /> <span style="color: #221e1f; ">El 8 de marzo de cada año se celebra el Día universal de la Mujer. El mes pasado no fue la excepción y, como en similares celebraciones, el tinte comercial y mercantilista resaltó. Si bien es verdad que la gran mayoría de los medios de comunicación, a propósito de la fecha, efectúan copiosos despliegues en publicidad, sí aparecen por allí -aunque escasos- reportajes y alguno que otro artículo alusivo a la fecha, resaltando el valor de la mujer en la sociedad.</span><br /> <br /> <span style="color: #221e1f; ">Valiéndonos de esta conmemoración, pero alejándonos de la propaganda de mercaderías y tiendas, quisiera invitar a los lectores a reflexionar acerca de cuán significativo resulta el rol de la mujer en la RSE.</span><br /> <br /> <span style="color: #221e1f; ">De manera reiterativa hemos venido afirmando que la RSE la impulsan los líderes positivos y que resulta más auténtica y tangible en la medida de que los va lores trascendentes que ostenten aquellos sean aplicados en las acciones organizacionales: estrategia, objetivos concretos relacionados con sus grupos de interés, protección del ambiente, trato justo para el personal, relaciones mutuamente beneficiosas con su proveedores, cumplimiento de normas universalmente aceptadas, transparencia, rendición de cuentas, etc.</span><br /> <br /> <span style="color: #221e1f; ">Pero esos valores y su práctica no surgen de manera espontánea ni por arte de magia, vienen desde la cuna, desde la primera escuela de virtudes que es la familia.</span><br /> <br /> <span style="color: #221e1f; ">Lo que sí es mágico, aunque explicable, es que la mujer -como madre y esposa- tiene una función importante, como eficaz guía y orientadora espiritual, en la impregnación de valores en los seres humanos.</span><br /> <br /> <span style="color: #221e1f; ">No es que subestimemos el rol del hombre en el hogar, pero es innegable que la mujer ejerce un protagonismo definitivo en aquello, entre varias razones, por su admirable poli funcionalidad. Como la sociedad de hoy requiere de su trabajo fuera de casa, la mujer no deja de atender sus otros deberes asignados por su propia voluntad.</span><br /> <br /> <span style="color: #221e1f; ">Esto quiere decir que deben estar atentas del cuidado de sus hijos y de su cónyuge, consejera, psicóloga, médica, jefa de mantenimiento, administradora, planificadora, encargada de asuntos corporativos.</span><br /> <br /> <span style="color: #221e1f; ">Todo eso cuando, además, se ha ocupado ya de controlar la logística de compras, bodegas, abastecimientos, alimentos y vituallas, lavado de ropa, pagos de cuentas y tantos otros detalles mínimos que asume y que nos sería interminable enumerar.</span><br /> <br /> <span style="color: #221e1f; ">Épocas pasadas asentían que la mujer permanezca en casa mientras que el hombre era el proveedor de los recursos económicos. A medida que la mujer se adviene a la vida laboral y empresarial, interesantes cosas suceden: se experimenta una mayor eficacia en las labores organizacionales; en los cuadros directivos de las empresas aparecen ya nombres femeninos; se palpa de manera tangible el aporte de la mujer, hecho que sí se lo veía antes a las claras pero que, en una sociedad de tinte machista, no se quería reconocer ese papel preponderante.</span><br /> <br /> <span style="color: #221e1f; ">¿Quién nos administra adecuadamente las agendas, quién nos salva de situaciones delicadas, quién nos guarda adecuadamente las espaldas, a quién confiamos los itinerarios complicados?</span><br /> <br /> <span style="color: #221e1f; ">Me acuerdo ingratamente de un colega que -sólo de labios para afuera-, como veremos, preconizaba la RSE: tenía una joven asistente, con buena formación académica y una rica experiencia en variados temas, especialmente, en Calidad y en Sistemas de Gestión, competencias que, a más de su eficacia, le granjeaban un prometedor futuro. <br /> </span><br /> <span style="color: #221e1f; ">Cuando con gran emoción y felicidad, vino donde su palurdo jefe a comentarle que esperaba su primer hijo, fue vapuleada, de manera verbal humillante, diciéndole de forma grosera que, con ese embarazo, había “traicionado” sus planes futuros, de “hacer carrera”, de convertirle en la gerente del Sistema Integrado de Gestión y otras cuantas sinrazones más que obligaron a la ejecutiva a solicitar a RRHH un cambio inminente de sección. <br /> </span><br /> <span style="color: #221e1f; ">Desde luego, no permaneció por mucho tiempo más en aquella empresa y hoy, felizmente, la sé en otra, donde se destaca, es respetada como una brillante ejecutiva y abnegada madre. <br /> </span><br /> <span style="color: #221e1f; ">Echemos un vistazo a los datos de la ONU sobre el rol de la mujer en el ámbito rural y agrícola...<br /> </span><br /> <span style="color: #221e1f; ">“Las mujeres rurales representan un papel fundamental en las economías tanto de los países en desarrollo como de los desarrollados, pues contribuyen al progreso agrícola, mejoran la seguridad alimentaria y ayudan a reducir los niveles de pobreza en sus comunidades...”. <br /> </span><br /> <span style="color: #221e1f; ">“... Estas mujeres constituyen el 43% de la mano de obra en el campo, cifra que llega a ser del 70% en algunos lugares. Sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura estima que si las mujeres tuvieran un acceso equitativo a los fertilizantes, las semillas y las herramientas, la cantidad de personas hambrientas en el mundo se reduciría entre 100 y 150 millones”. <br /> </span><br /> <span style="color: #221e1f; ">El hambre del que habla la ONU no es sólo respecto a los alimentos, también se refiere al hambre de la humanidad por asuntos no materiales, por la justicia y la libertad, por el elevado respeto y reconocimiento que la mujer merece, por aquellas condecoraciones y premios que nunca se les concede públicamente.</span><br />