Contaminar menos ya no resulta suficiente. La emergencia climática demanda acciones más radicales, y los arquitectos más concienciados responden con proyectos que no solo no dañan la naturaleza, sino que además contribuyen a restaurarla y a integrarla mejor en los entornos urbanos. Lo llaman diseño regenerativo, y es, según sus defensores, una herramienta vital para luchar contra el cambio climático. En los últimos años, la arquitectura se ha esforzado por diseñar construcciones que contaminen menos y reduzcan su aporte al calentamiento global. Aún así, "más de la mitad de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en la historia de la humanidad han ocurrido desde que el concepto de sostenibilidad dejó de ser alternativo", escribe Michael Pawlyn junto con Sarah Ichioka en el libro Flourish: Design Paradigms for Our Planetary Emergency (Triarchy Press, 2021). Pawlyn es uno de los arquitectos que lideran el diseño regenerativo y fundador del movimiento global Built Environment Declares. Como experto admite que la búsqueda de la sostenibilidad ha hecho avanzar a la sociedad de forma importante, pero entiende que ha llegado el momento de pasar "de la mera mitigación de los aspectos negativos a la optimización de los positivos". Tal como lo explica Iñaki Alonso, del estudio sAtt, en Madrid, la arquitectura regenerativa conlleva una visión holística que afecta tanto a lo medioambiental como a lo económico y lo social. The Red Roof, de TAA Design, por ejemplo, es una casa vietnamita que incorpora un huerto en su cubierta escalonada. El resort Sumu en Yakushima, Japón, integra cabañas en un bosque virgen sin alterarlo y contribuye además a la regeneración del suelo al ofrecer un sustrato para el crecimiento de las estructuras radiculares del micelio. También te puede interesar: Green Building: cómo diseñar y construir un futuro más verde Entornos equilibrados Jonas es un edificio de usos mixtos en una isla artificial de Ámsterdam. La obra de Orange Architects obtuvo la máxima calificación de sostenibilidad. Sin embargo ha ido más lejos al incorporar vegetación nativa, promover la formación de arrecifes de mejillones para purificar el agua y brindar refugio a aves autóctonas amenazadas por la construcción en la zona. "Buscamos crear un entorno equilibrado donde las personas coexistan con la flora y la fauna en un hábitat natural y biodiverso", explica Patrick Meijers, uno de los socios de la firma holandesa. En las afueras de Copenhague, Dinamarca, el estudio Henning Larsen está transformando un antiguo vertedero de chatarra en un lugar habitable para 7.000 personas, hibridando lo urbano y lo rural. Se levantará íntegramente en madera, e incluirá hábitats para aves y murciélagos en las fachadas, así como estanques para ranas. "Construir en el paisaje natural de Fælledby conlleva equilibrar las prioridades de las personas con un fuerte compromiso con el entorno", apunta Signe Kongebro, socia de la firma internacional. Fuente: Arquitectura y Diseño