<table cellpadding="0" cellspacing="0" width="100%" class="entresacadoTexto"> <tbody> <tr> <td>Vale la pena mencionar que la naturaleza de la oferta de educación empresarial, en la ardua competencia global, incluye programas no sólo académicos y de titulación formal (los cuales son importantísimos a nivel intelectual y profesional), sino opciones que puedan ser traducidas en experiencias prácticas y medibles en los puestos de trabajo; es decir, programas aplicables y de impacto visible en la organización.<br /> <br /> El programa más adecuado depende de si el objetivo principales un mayor crecimiento intelectual del individuo, la aplicación de competencias en el puesto de trabajo, el impacto en los resultados organizacionales o todos ellos. Tanto la organización como el candidato tiene la oportunidad de enriquecerse con conocimientos, habilidades, competencias funcionales y conductuales. La clave es la funcionalidad, el grado de conexión entre las competencias inherentes a las responsabilidades de un puesto de trabajo, el contenido del programa y el nivel de impacto.<br /> <br /> </td> </tr> <tr> <td> <table cellpadding="0" cellspacing="0" width="100%"> <tbody> <tr> <td bgcolor="#8B0304" width="30%" class="entresacado">En la educación empresarial se debe priorizar los objetivos profesionales y los roles de las personas.<br /> </td> <td style="padding-left:10px">Más deseable aún es que exista la capacidad de constatar el retorno a la inversión del programa a elegir. Uno de los objetivos claves de la gerencia es enfocar las estrategias en el talento de las personas, el cual tiene la ventaja de ser moldeable, adaptable, considerable, cada vez más enfocado a retos, a una participación activa, a la delegación efectiva, a la autogestión, a la libertad de acción. La educación empresarial, por sí sola, no es la panacea ni el milagro para asegurar el desarrollo profesional o la productividad.<br /> </td> </tr> </tbody></table> </td> </tr> <tr> <td style="padding-top:10px; padding-bottom:10px">La educación empresarial es una opción que, bien escogida, puesta en práctica de forma integral, constante y sostenida, brinda prometedores resultados. Sin embargo, hay que recordar que forma parte de un proceso sistémico de las empresas. Dentro de éste, los objetivos profesionales y la naturaleza de los roles de las personas, así como el nivel de impacto que se desea, deben ser tomados en cuenta al momento de elegir el tipo de programa de educación a seguir. Adicionalmente, el acompañamiento, el compromiso y la gestión directiva fomentan actitudes más humanas, capaces de influir en un sano equilibrio entre productividad-crecimiento intelectual y personal, factores claves del desarrollo profesional.</td></tr> </tbody></table>