El déficit fiscal de Ecuador alcanzó los USD 5.700 millones, de acuerdo a cifras del Ministerio de Finanzas. Esto significa un 22,1% menos del déficit previsto por el FMI, que fue de USD 7.324 millones. ¿A qué se debe esta reducción? Y ¿qué acciones debería implementar el nuevo Gobierno para reducir aún más los gastos y obtener más liquidez para el financiamiento de éstos, tomando en cuenta que se prevé que en 2021 el déficit fiscal incremente? Existen dos grandes retos que el nuevo gobernante de Ecuador, Guillermo Lasso debe hacer frente: en lo económico, llegar a un consenso con los multilaterales; y en lo político, es de cara a la Asamblea nacional. ➤ Ver también: FMI: Una recuperación económica a dos velocidades traerá más desigualdad En cuanto a lo económico, vemos un panorama de casi el 8% de déficit fiscal del PIB, alrededor de USD 5.000 millones se financiarán en términos absolutos, eso será cerca de USD 8.000 millones, de los cuales USD 5.015, vendrán vía financiamiento de multilaterales, de los cuales, USD 1.500 millones durante 2021 serán del desembolso por el Fondo Monetario Internacional (FMI). En cuanto a lo político, hay una correlación de fuerzas que necesita de la capacidad de un consenso del nuevo Presidente para poder llegar a que las iniciativas legales que pueda presentar tengan luz verde, para lo que necesita 70 votos de los asambleístas. Y el panorama político está fragmentado en estos momentos en la Asamblea, y el reto para Lasso es poder concertar y establecer alianzas. Con la victoria de Lasso es probable que las negociaciones con el FMI se aceleren, para que los desembolsos se den, dada la necesidad de financiamiento. El nuevo gobernante, tiene seguramente más proximidad con el FMI, así como más aceptación en los mercados internacionales. Ecuador tuvo desembolsos en 2020 por parte de los organismos multilaterales, como el FMI, por lo que debe cumplir una serie de compromisos, como la Ley Anticorrupción (que ya fue aprobada) y la Ley de Fortalecimiento de la Dolarización. En ese contexto, ¿cuáles son los desafíos que tiene el nuevo gobierno de Ecuador en ese aspecto? Los desafíos están relacionados en mostrar una apertura de diálogo, de disposición de consenso con los acreedores con los tenedores de bonos privados del Ecuador para garantizar apertura, para garantizar que baje el riesgo país y Ecuador pueda acceder en mejores términos a financiamiento internacional. En estos momentos Ecuador opta por ir a financiamiento internacional lo haría en términos muy costosos. Además, debe existir mucha capacidad de consenso político, garantizar la gobernabilidad en la Asamblea Nacional y demostrar a los mercados que el país es capaz de implementar las políticas necesarias de reformas para poder estabilizar el crecimiento de Ecuador. Es importante también cuidar la sostenibilidad de la deuda y el nivel de las reservas internacionales. El empleo fue uno de los temas más afectados en Ecuador. ¿Qué acciones debe tomar el nuevo Gobernante para poder reactivar el empleo? Es fundamental desarrollar un plan de vacunación masivo a lo largo y ancho de toda la población, esto permitirá reactivar la economía lo antes posible y con ello, atacar el tema de desempleo, que en 2020 resultó en alrededor de 700.000 pérdidas de empleo (5% de subempleo). Hay un problema y es sustancial. Tenemos una tasa de informalidad de más de 50%, eso refleja una vulnerabilidad, dado que vemos que si no se reactiva el proceso o no se masifica los planes de vacunación va a ser bien difícil incorporar esa masa de empleos a economía formal, a fin de darle sostenibilidad, crecimiento y poder incluso aumentar la tasa de recaudación fiscal, que es una de las vías por las cuales el gobierno podría financiarse. ¿Cuál es el estado de recuperación económico de Ecuador frente a sus países vecinos? En 2021, predecimos un crecimiento de 3,6% para Ecuador. Somos un poco más optimistas que lo que indicaba el FMI (3,1%). Nosotros en ese contexto, observamos que Ecuador puede capitalizar un buen desempeño dentro de la región. Si bien vemos que Perú tuvo un crecimiento elevado, cerca del 13%, nosotros estimamos que probablemente para este país será un poco más cuesta arriba; sin embargo, esto representará para Ecuador una oportunidad de poder fortalecer su crecimiento. Más allá del sector petrolero, poder diversificar su sector productivo; y creo, que esta es una buena posibilidad sobre todo en 2021. Los retos de financiamiento están presentes en Ecuador y quiero destacar un tema importante: la posibilidad de que las reuniones con el FMI, que tuvieron lugar recientemente, pueden significar que este organismo multilateral apruebe la asignación de derechos especiales, con un giro de cerca de USD 650 mil millones, lo que puede significar para Ecuador incrementó en sus reservas de hasta USD 1.000 millones de dólares. Esto es fundamental tenerlo sobre la mesa. Esto es un incremento a las reservas que puede tener automáticamente y puede disponer Ecuador de cerca de USD 1.000 millones. En fin, el cuadro dentro de la región Ecuador necesita reactivar el proceso de impulsar y masificar el plan de vacunación para poder reactivar rápidamente la economía, el país se encuentra rezagado en términos de plan de vacunación, también en términos de crecimiento con relación a otros países como Perú (13% se prevé crecimiento en 2021). Sabemos que durante la pandemia el precio del barril de petróleo tuvo una caída. En ese sentido, ¿cómo está el panorama petrolero mundial y de Ecuador para 2021? Existe un súper ciclo de precios en este momento que Ecuador debe capitalizar para romper ese techo. Actualmente, en Ecuador existen alrededor de 400 mil barriles de petróleo diarios de producción y que aún no se recupera de los aproximadamente 530 mil barriles diarios en la pre pandemia. Es un desafío romper ese techo de producción para poder capitalizar ese ciclo de súper precios que cerramos en este momento. ¿Cómo se encuentra la dinámica del sector exportador? Las exportaciones no petroleras tuvieron un buen desempeño en 2020. Por ejemplo el sector bananero en el mercado estadounidense generaron ingresos de aproximadamente USD 300 millones. Las exportaciones no petroleras, en términos globales, representaron cerca de USD 3.200 millones al mercado. Además, en el cacao hubo un crecimiento interanual del 22%. También, el sector minero creció 182%, y representó cerca del 40% de la inversión extranjera directa y, además, registró un pico histórico el año pasado comparable con 2007, casi USD 1.100 millones de inversiones extranjeras directas del año pasado. Dentro de ese contexto de pandemia, son buenas noticias, incluso las remesas, que es lo que es una fuente que sostiene, alimenta y fortalece las reservas internacionales, y que generaron alrededor de USD 3.300 millones.