<span style="font-size: 8pt; font-weight: bold;">Por: Ing Wilson Santacruz – SMARTLED, info@smartledec.com</span><br /> <br /> Cuando el emprendimiento se convierte en una responsabilidad social, el desafío no sólo es introducir un nuevo producto en el mercado sino concientizar a toda una población de sus cualidades amigables con el medio ambiente. A veces a largo plazo el precio de un producto puede ser mucho más caro de lo que nos imaginamos.<br /> <br /> Estamos acostumbrados a manejar por carreteras, caminar por calles y parques llenos de luminarias de sodio de alta presión o también conocidas como luminarias HPS, sí esas luminarias que se encuentran en más del 80% de lugares de nuestro país. Nadie realmente se detiene a preguntar qué sucede cuando este sistema se enciende y todo lo que conlleva su funcionamiento; y más desconocido aún, qué sucede cuando dejan de funcionar y son reemplazadas por nuevas luminarias del mismo tipo. Si es que alguien nos explicara el gran impacto y toda la contaminación ambiental que este tipo de iluminación ha provocado en el medio ambiente, muchos preferiríamos volver a la época en donde se utilizaban velas de cera como fuente de luz.<br /> <br /> Existen varios factores por los cuales las luminarias de sodio de alta presión pueden considerarse altamente contaminantes. Primero, para poder cubrir la demanda de energía de estas luminarias en horas pico se requiere de plantas termoeléctricas que funcionan con combustibles fósiles, esto produce grandes cantidades de CO2 que impactan al medio ambiente ya que cada una de estas luminarias consume entre 150W a 400W. Los números son impresionantes si multiplicamos estos valores por todas las luminarias de este tipo que se encuentran instaladas en nuestro país, aproximadamente 950.000 en el año 2012.<br /> <br /> Otro factor importante es que los focos de estas luminarias sólo tienen una vida útil de alrededor de 2000 horas, entonces tienen que ser reemplazadas en promedio cada 6 meses. Adicionalmente este producto de sodio de alta presión está compuesto por metales pesados que no se pueden reciclar, esto significa que se convierten en desechos contaminantes.<br /> <br /> Nosotros como jóvenes emprendedores somos conscientes de que un día este será el planeta que le vamos a heredar a las futuras generaciones y es por esto que después de más de dos años de investigación y pruebas, logramos obtener la primera luminaria LED hecha en Ecuador, este medio supera el ahorro energético y disminuye la contaminación ambiental en comparación con las luminarias de sodio de alta presión existentes actualmente en el mercado ecuatoriano.<br /> <br /> La tecnología e innovación de estas luminarias están respaldadas por varios reconocimientos y premios entre los cuales constan: Ganadores Banco de Ideas premio ingenios a la Innovación - Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación SENESCYT 2015, Ganadores Testing Lab Tecnología – Conquito (Agencia de promoción económica Quito) 2015, Premio al Emprendimiento e Innovación – Alianza para el emprendimiento e innovación AEI 2015, y el Reconocimiento Inventores 2015 – Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual IEPI.<br /> <br /> Debido a que el diseño fue creado completamente en Ecuador y al no existir un producto similar a escala mundial, se cuenta con patentes en proceso en Ecuador y en Estados Unidos.<br /> <br /> Gracias a los exitosos resultados de este estudio y con el objetivo de apoyar al desarrollo energético del país, en el año 2015 nace SMARTLED, una empresa local de eficiencia energética que fue creada con el fin de diseñar y construir iluminación con tecnología LED para alumbrado a gran escala. Así sus beneficios más destacados son:<br /> <br /> <ul> <li>Ahorro de más del 60% del consumo energético en comparación a las luminarias de sodio (HPS) actuales.</li> <li>Ahorro económico en costos de electricidad.</li> <li>Percepción de seguridad al mantener lugares con mejor iluminación.</li> <li>Menor contaminación ambiental:</li></ul> <ol> <li>Menor cantidad de CO2 para el medio ambiente al disminuir el uso de las plantas termoeléctricas.</li> <li>No usa metales pesados.</li> <li>70% reciclable en el Ecuador y 30% en el exterior.</li></ol>