La corriente basada en la utilización de materia viva para la creación de energías o productos más sostenibles, como los biocombustibles o recursos para la construcción combina la última tecnología para imprimirle eficiencia a los nuevos materiales sin emisiones de carbono. También puedes leer: El próximo edificio más alto del mundo podría ser una batería gigante de casi 1000 metros de altura En este sentido, científicos de la Universidad de Princeton de Estados Unidos han creado un ladrillo inspirados en un producto de la naturaleza acuática como el nácar que se encuentra en la capa interior de conchas y moluscos para la creación de las codiciadas perlas marinas. De acuerdo al artículo denominado: “Compuestos cementicios tipo nácar, resistentes y dúctiles, diseñados con una arquitectura resistente”, publicado en la revista Advanced Functional Materials, los resultados de la experimentación han logrado extraordinarios avances para un material de construcción. El equipo estuvo compuesto por Reza Moini, profesor de ingeniería civil y ambiental y director del Laboratorio de Materiales Arquitectónicos y Fabricación Aditiva de la Universidad de Princeton y el investigador Shashank Gupta, estudiante de posgrado del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental. Bases constitutivas de este nuevo material con elementos naturales del mundo acuático Los investigadores elaboraron un ladrillo compuesto del material orgánico mezclado con cemento con una capacidad de resistencia mayor al convencional, y una ductilidad única que permite deformarse y estirarse sin agrietarse ni romperse totalmente, adaptándose a las estructuras. El material madreperla o nácar está constituido por varias tabletas hexagonales observables a nivel microscópico compuestas por un mineral duro como el aragonito, una forma cristalina del carbonato de calcio que se encuentra en este tipo de moluscos. Estas láminas se pegan entre sí por medio de un biopolímero blando. Eficiencia comprobada para este ladrillo compuesto por el nácar de las perlas marinas El experimento puso a prueba diferentes vigas compuestas por cemento Portland y capas de un polímero de gran elasticidad denominado polivinilsiloxano para comprobar la flexibilidad y la resistencia ante la tensión. También puedes leer: La milenaria técnica que sustituye al aire acondicionado en los hogares chinos Comparadas con placas de cemento puro, el ladrillo que incluyó capas hexagonales con polímeros similares al nácar demostró una ductilidad 19 mayor que la viga de cemento que se fracturó rápidamente, y una resistencia a las grietas 17 veces mayor. Fuente: HoyEco