En 2023, la economía ecuatoriana experimentó un crecimiento acumulado del 2.4%, pese a una contracción del 0.75% en el último trimestre del año. Sin embargo, para 2024, las expectativas son menos optimistas. En el primer trimestre del año, la actividad económica creció un 1.2% en comparación con el mismo período del año anterior, un aumento modesto impulsado principalmente por la acumulación de existencias del último trimestre de 2023. No obstante, tanto la inversión como el consumo se contrajeron un 1.3% y un 1.0%, respectivamente, lo que refleja una economía que, aunque da señales positivas, enfrenta serios desafíos. También te puede interesar: En Ecuador, el 81% de adultos mayores con empleo trabaja en el sector informal Estos son algunos de los aspectos que se destacan en el informe Perspectivas Económicas de Ecuador, elaborado por el área de Análisis Económico de Deloitte, el cual proporciona un panorama detallado del desempeño de las variables macroeconómicas más importantes del país. “Ecuador enfrentó una crisis energética provocada por el fenómeno de El Niño, que afectó significativamente el desempeño económico durante el primer semestre del año. Por sectores, los más perjudicados han sido el petrolero que sufrió una contracción del 8.2%, la construcción que disminuyó un 4.3% y las manufacturas que cayeron un 3.0% y un 2.0%, respectivamente. Estos datos reflejan una economía que, aunque creció en el primer trimestre, parece enfrentar dificultades para sostener un ritmo similar en el resto del año”, asegura Daniel Zaga, economista de Deloitte Spanish Latin America. Panorama en 2024 El informe también subraya las débiles perspectivas de crecimiento para 2024. A pesar de que la entrada de divisas en el primer trimestre aumentó un 6.0% en comparación con el mismo período de 2023, y de que el Gobierno ha tomado medidas para sanear las cuentas fiscales, como el aumento del IVA del 12% al 15% y la eliminación de subsidios a la gasolina; se espera que el Producto Interno Bruto (PIB) de Ecuador crezca solo un 0.9% durante todo el año. Este bajo desempeño es consistente con una inflación baja, que en abril experimentó un pico debido al ajuste del IVA, pero que luego de eso ha ido disminuyendo, hasta 1.2% anual en junio de 2024. La tendencia inflacionaria sugiere un lento dinamismo económico, con sectores clave como el alojamiento y los servicios de restauración que han experimentado reducciones significativas en sus precios. Igualmente, la situación fiscal de Ecuador ha mostrado signos de mejora. “El déficit fiscal, que en diciembre de 2023 se situaba en el 3.6% del PIB, se proyecta que se disminuirá al 2.5% para finales de 2024, en gran parte gracias a las medidas fiscales implementadas por el Gobierno. Además, la deuda pública ha disminuido desde 2020 hasta 48.6% del PIB en abril de 2024, un nivel relativamente bajo en comparación con el promedio regional del 65.3%. Sin embargo, la economía ecuatoriana sigue siendo vulnerable a choques externos que podrían afectar la recuperación económica”, afirma por su parte Nicolás Barone, Gerente de Análisis Económico de Deloitte, Marketplace Región Andina. También te puede interesar: Impacto de la Crisis: La caída del consumo de golosinas en Ecuador en 2024 En resumen, el informe ofrece una visión cautelosa sobre las perspectivas económicas de Ecuador para 2024. Si bien el país ha mostrado cierta resiliencia, el bajo crecimiento económico proyectado, junto con los desafíos internos y externos, sugiere que 2024 será un año difícil para la economía ecuatoriana. La recuperación dependerá en gran medida de la capacidad del Gobierno para mantener la estabilidad social y política, así como para capitalizar las oportunidades de crecimiento a mediano y largo plazo apalancado por créditos a bajo costo suministrados por organismos multilaterales.