<span style="font-weight: bold;">1. Son Buenos comunicadores</span><span style="color: #371d0c;"> <br /> Sin duda, el líder tiene que saber transmitir al resto de su equipo las ideas que tiene así como conseguir que sus empleados le escuchen y entiendan cuáles son sus objetivos a perseguir. </span><br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">2. Tienen la capacidad de asumir retos</span><span style="color: #371d0c;"> <br /> La responsabilidad puede ser de todos pero el líder tiene que tener la capacidad para afrontar los problemas que se ocasionen y solucionarlos. </span><br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">3. Se adaptan a los cambios</span><span style="color: #371d0c;"> <br /> Están siempre activos y con ganas de mejorar. Por eso, buscarán nuevas formas de hacer las cosas aunque esto implique cambiar por completo el funcionamiento de la empresa. </span><br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">4. De creencias firmes</span><span style="color: #371d0c;"> <br /> Consigue metas y es consciente de que para alcanzarlas tiene que idear un plan diario. Tiene capacidad para organizar a su equipo y sacar el mejor rendimiento de cada uno de ello. </span><br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">5. Confianza en sí mismos</span><span style="color: #371d0c;"> <br /> Para estar al mando de una empresa se necesita tener seguridad en el potencial como líder. Saben que el fracaso puede llegar en cualquier momento y lo tienen en cuenta.</span><br /> <br /> Fuente: Forbes.es