El modelo constructivo que comenzó con la Revolución Industrial y se aceleró con el uso masivo del hormigón ha dejado una huella importante en el medio ambiente. Hoy, el mundo gira en otra dirección, y busca utilizar materiales sostenibles para reducir el impacto que nuestras construcciones tienen en el planeta. ¿Qué son los materiales sostenibles? Los materiales sostenibles son aquellos que generan un menor impacto ambiental. Entre estos destacan los materiales naturales, los reciclados, los que se elaboran a partir de recursos renovables y aquellos cuyo proceso de fabricación conlleva una reducción del uso de recursos naturales. A la hora de elegir materiales sostenibles, también se tiene en cuenta que no generen emisiones tóxicas a lo largo de su ciclo de vida, que sean resistentes, duraderos y versátiles y que puedan volver a ser reutilizados o reciclados al final de su uso. Utilizar materiales sostenibles es fundamental para reducir el impacto ambiental de la construcción, una actividad que contribuye en gran medida al agotamiento de los recursos, al consumo excesivo de energía, al vertido de residuos y a la emisión de gran parte de los gases de efecto invernadero (GEI) que aceleran el cambio climático.También te puede interesar: Innovación en construcción: Florida apuesta por hogares sostenibles y resistentes a huracanes Hacer un uso eficiente de los recursos en la construcción es muy importante, porque esta actividad necesita de gran cantidad de materiales cuya producción conlleva un consumo importante de recursos naturales y energéticos. El sistema constructivo que se ha desarrollado en los últimos siglos, basado en extraer recursos naturales para producir materiales de construcción que tras su uso terminan en el vertedero o en la naturaleza, no resulta sostenible. Al pensar en materiales sostenibles, solemos imaginar los naturales, como la madera y el corcho, ya que están presentes en el medio natural, apenas necesitan ser procesados y generan residuos biodegradables. Sin embargo, no son los únicos: cada vez más, se opta por reciclar y tratar otros ya usados, como los áridos o el hormigón, para que vuelvan a introducirse en la cadena de construcción. Madera, sostenible pero no siempre Si se extrae y se usa correctamente, la madera es un material que resulta sostenible. Sin embargo, su uso desmedido ha llevado a la sobreexplotación de bosques de todo el mundo, lo que ha acelerado la crisis de biodiversidad y el cambio climático. Para considerar la madera un producto sostenible, esta debe proceder de prácticas extractivas legales y no provenir de especies amenazadas. Para contar con madera sostenible se debe exigir una gestión responsable de los bosques. Esta, combinada con un sistema sostenible de transformación, transporte, reutilización y reciclaje, puede tener numerosos beneficios a nivel medioambiental. Corcho, un aislante natural El corcho es un material de origen natural, biodegradable, reciclable, que se produce con rapidez (la corteza del alcornoque de la que se obtiene se renueva cada diez años, aproximadamente) y que además requiere de poca energía para su transformación, características que lo convierten un material sostenible. En construcción, se utiliza como aislante térmico y acústico, como impermeabilizante y para fabricar revestimientos, entre otros casos. Al igual que sucede con la madera, para garantizar que su uso sea realmente sostenible es importante que proceda de bosques gestionados de forma responsable.También puedes leer: Construcción: Innovaciones con materiales sostenibles El hormigón reciclado, la importancia de los residuos El hormigón apenas tiene cabida en las imágenes que representan un futuro más verde y sostenible. Es una mezcla formada a partir de cemento, áridos (grava y arena) y agua, cuya producción emite grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) y consume muchos recursos. El agua y la arena, de hecho, son los recursos naturales más utilizados de la Tierra. Sin embargo, se trata de un material usado en las construcciones de todo el mundo, por lo que reducir su impacto medioambiental es fundamental para mitigar la huella ecológica de la construcción. Fuente: BBVA