<p style="margin: 0px; text-align: justify;">La combinación mágica entre ideas, colaboración y participación son difíciles de emplearlas y el desafío inherente puede explicar los resultados de una encuesta realizada por la empresa de formación ESI Internacional, que encontró una escasez de gestores de proyectos en un 83% de las organizaciones encuestadas. O el estudio de Dale Carnegie de 2012 en Estados Unidos, que encontró que el 26 % de los empleados no se acoplan a sus compañeros y el 45 % están parcialmente activados.</p> <p style="margin: 0px; text-align: justify;"> "Nadie se preocupa por los plazos, sino que se preocupan por la causa", dice George Bradt, un coach ejecutivo. "Hay que co-crear un propósito compartido y conducir hacia la causa, ya que eso no te enseñan en la escuela."</p> <p style="margin: 0px; text-align: justify;"><br /> </p> <p style="margin: 0px; text-align: justify;"> El primer paso es cambiar la perspectiva. En lugar de establecer planes para que la gente haga lo que se quiera, reconocer que sus ideas podrían ser tan valiosas como las del otro empleado. Es el trabajo de cada empleado transmitir la misión más amplia para que los demás pueda entender cómo cada pieza encaja en el todo.</p>