<span style="font-weight: bold; font-size: 8pt;">Por: Alejandra Troya, Consultora Senior<br /> </span><br /> Las organizaciones que implementan este tipo de apertura también suelen estar a favor de la flexibilidad horaria, una mayor inclusión de mujeres en todas las áreas y le otorgan mucha importancia a la comunicación y a la formación y desarrollo del personal, por ende su preocupación hacia el desarrollo productivo de las operaciones de la compañía.<br /> <br /> Cuando un empleado está a gusto en la empresa donde labora es más productivo porque entrega toda su capacidad creativa. Esto es frecuente en organizaciones Open Office o “puertas abiertas”, donde el activo más valioso es el personal, que además de recibir beneficios o buenos salarios, gozan de movilidad para no caer en la rutina y dispone de espacios únicos para relajarse.<br /> <br /> Esta idea está ejecutándose varios países: Argentina, Brasil, Estados Unidos, Singapur, México, Europa, inclusive en Ecuador.<br /> <br /> Hay industrias totalmente atraídas a adoptar este tipo de instalaciones: tecnología, telecomunicaciones, marketing de productos y servicios, empresas de consultoría y agencias de publicidad.<br /> <br /> Hay corporaciones que por su tipo de negocio, es difícil que adopten una política Open Office, por ejemplo el sector bancario, que en general cuenta con estructuras organizacionales verticales, donde es vital respetar numerosos procedimientos, normativas y jerarquías. Las empresas de energía y las petroleras, suelen tener una estructura organizacional vertical, sin embargo están preocupadas de crear relaciones mucho más amigables y flexibles entre la línea y los empleados, donde se fomenta mucho el trabajo en equipo, la formación y el desarrollo.<br /> <br /> Si bien es necesario abrir los espacios para la comunicación, mejor desempeño y transparencia, hay que preocuparse por la ergonomía; no solo por demostrar que son de “puertas abiertas” deben sacrificar la salud ocupacional de los colaboradores.<br />